Opinión

Ayuso: una piedra en el zapato de Sánchez

Es curioso que al Partido Socialista Obrero Español (PSOE), ante cualquier contratiempo que se interponga en su camino, siempre le dé por meterse con la Presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, porque saben que metiéndose con ella y pidiendo su dimisión pretenden que el cimiento sobre el que realmente descansa el Partido Popular (PP) pueda resquebrajarse y deshilacharse desde las cavilaciones de un gobierno nacional que ha contribuido a que la Comunidad de Madrid sea el auténtico baluarte de la España que hoy tenemos. Isabel Díaz Ayuso ha demostrado que sabe gobernar y que lo hace sin remilgos. Gobierna para hacer más grande este país que está hundido y mancillado, porque el Gobierno presidido por Pedro Sánchez no hace más que poner palos en las ruedas. La Presidenta de Madrid es protagonista, pero, sobre todo, lo es porque se dedica a gobernar desde el arraigo que ofrece la verdad en la política. Esa verdad que mece a los buenos gobernantes que saben que se ha de llamar al pan, pan y al vino, vino. Muchísimos españoles estamos hartos de que el gobierno de España se dedique a menoscabar el Estado de Derecho que habíamos construido desde que nació la democracia. Porque desde que Sánchez gobierna son los separatistas, los partidos radicales de ultraizquierda y los descendientes de ETA quienes señalan la tortuosa ruta por lo que ahora mismo caminamos los españoles. Menos mal que tenemos en Madrid a Isabel Díaz Ayuso, que es ella quien representa todo el soporte necesario para que este país nuestro pueda enderezarse en el futuro. Ayuso representa la esperanza.

España está arruinada. Ya soporta una Deuda Pública difícil de asumir. Una desigualdad que ha hecho mella en muchas de las comunidades que han contado con menos recursos en la España plural e igualitaria. Es penoso que la política haya sido utilizada por el actual Gobierno de Sánchez para sus propios intereses, para limitar los derechos de los españoles y para que los españoles tengamos un gobierno que se está haciendo dueño de una situación que nos avoca al peor recorrido de la historia reciente. Escuché, sintiendo vergüenza ajena, cómo un grupito ridículo de ciudadanos indeseables gritaban enfatizados para llamar asesina a la Presidenta de la Comunidad de Madrid y que ningún representante del Gobierno saliera en su defensa y que tampoco saliera ninguna feminista de tres al cuarto. El Partido Socialista tiene entre sus filas individuos sospechosos por corrupción, por mucha corrupción, por muchísima corrupción… y en vez de justificar la falsedad de un alegato, les da por defenderse mordiendo, siempre mordiendo donde creen que hacen daño.

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