LA MIRADA DE ULISAS quedó bizca con tantos "juegos pirotécnicos" de alto poder mortífero que surcaron y zurcieron el cielo de Israel en la noche del 13 al 14 de Abril. Un 13 que hubiese podido ser fatídico con un número de la suerte que no siempre resulta afortunado.
La función de la destrucción hacia la 1 de la madrugada parecía un fuego de artificio que adornaba la atmósfera en la oscuridad, mas no era una diversión sino el verdadero espectáculo de la muerte: 185 drones y 146 misiles balísticos hicieron su debut orquestados por el régimen de Irán. Gobierno que desea desaparecer a todos “los infieles” del planeta, comenzando por los judíos y luego vendrán los demás sin piedad. Afortunadamente la diabólica escalada no tuvo eco.
Por el contrario, se hizo a la gran resonancia de que este pequeño país que es “La Tierra Santa”, de diez millones de habitantes, sabe defenderse con invenciones que están a la vanguardia de la tecnología. Nación de avanzada que, si bien anhela vivir en paz con sus vecinos, sabe que para lograrlo debe estar preparada para la guerra. Y una vez más demostró que su potencial bélico es consistente y digno de ser respetado. Lo que implica que la demanda de sus invenciones se incrementará e Irán, el país que vive en oscurantismo, habrá quedado mal parado ante la opinión pública, que bien reconoce sus intenciones de abolir libertades adquiridas luego de ardientes luchas y desafíos. Invadió terreno israelí con el fin de mostrar poderío y la respuesta fue quedar en lo bochornoso y vergonzoso por haber malgastado tanta artillería pesada al no haber alcanzado sino el ridículo, que se hace cuando los cálculos son desatinados.
Despierta Irán que el mundo occidental con sus hermosas conquistas a nivel humano y evolutivo nunca caerá en tus redes por considerar que tus propuestas retrógradas hacen la vida de sus pobladores un estado infeliz e injusto. E Israel entendió que no se puede dormir sobre sus laureles. Atento al odio de sus enemigos debe permanecer en un medio ambiente situado en el Medio Oriente, que no resulta siempre bien orientado. Irán se desorientó e Israel recobró la confianza que Hamás le pudo haber usurpado aquel desastroso 7 de octubre.
Y el “Nunca Jamás” vuelve a surgir… un tanto en remojo y que recuerda el lema que brotó del Holocausto. La Tierra Prometida puede dormir tranquila… Su tecnología de punta apunta a la defensa. Conservación que responde a lo planteado en los Libros Sagrados, sólo el ataque se produce para resguardar la presencia de un Estado bien luchado y desarrollado. Orgullo de una patria que sabe sacarle frutos a su tierra y digno nombre a su descendencia.
