Hincar el diente

De la cárcel a tu boca

De la cárcel a tu boca - Getty Images
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William Addis fue un empresario inglés, que en 1770 fue encarcelado en la prisión de Newgate en Londres por disturbios públicos. Una noche se guardó un hueso de la cena, y teniendo como referencia los escobones con los que los funcionarios barrían el suelo de la prisión decidió agujerearlo y añadir unas cerdas, y “voila” fabricó arcaico cepillo de dientes.  

No debemos olvidar que en diferentes excavaciones realizadas por distintos lugares del mundo, se han encontrado diversos utensilios que se utilizaban para mantener la higiene dental como palos de mascar, huesos de animales, púas de puercoespín y ramitas de árboles, que datan alrededor del año 3000 a.c. Por eso William Addis con su “invento” hizo que fuera más accesible y fácil el cuidado de dientes y encías, ya que simulaba lo que hoy comúnmente conocemos como cepillo de dientes, pero de una manera muy rudimentaria. 

De la cárcel a tu boca - De Rido
De la cárcel a tu boca - De Rido

Pero cuentan las malas lenguas que no fue invento suyo, sino que se lo robó a su compañero de celda, y cuando Addis salió de prisión, como buen empresario que era fundó su propia compañía “Addis” con la cual mejoró y patentó el invento y ganó una fortuna. Hoy en día dicha empresa fabrica más de 70 millones de cepillos de dientes al año. 

 

Las cerdas de animales que se utilizaban en “el cepillo de dientes” eran muy duras, deterioraban las encías y arañaban los dientes, sin olvidar el foco de infecciones que generaban al poder estar contaminadas con bacterias del propio animal de origen. En 1930 apareció de la mano de Wallace H. Carothers el “Nailon”, que sustituyó las cerdas de origen animal. Como ventajas podemos destacar que las cerdas se secaban más rápido lo que evitaba la proliferación de bacterias por la humedad, era más flexible y resistente, pero las cerdas  seguían siendo demasiado duras, y este denominado “cepillo milagro” no era recomendado por los dentistas de la época. 

De la cárcel a tu boca - mdphoto16
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Se fue perfeccionando y en 1950 apareció el cepillo dental “Park Avenue”, en el que se mejoraron las cerdas haciéndolas más suaves, la limpieza de los dientes dejó de ser dolorosa, y consiguieron abaratarlo y que fuera accesible a toda la población 

Lo anecdótico de todo esto es que las fechas que estamos manejando no son tan primitivas y no llevamos ni una centuria utilizándolo. Nuestros abuelos o bisabuelos no conocieron el cepillo de dientes, algo impensable en nuestras vidas actuales. Aunque desgraciadamente para “muchos” es un elemento decorativo en sus cuartos de aseo.