Reseña literaria de El colibrí y la acacia

El colibrí y la acacia. Nueva novela de Maher Abder-Rahman se estrena en español publicada por el grupo editorial Sial Pigmalión y con prólogo de Ridha Mami de la Universidad de la Manouba.  
el_colibri_y_la_acacia
photo_camera el_colibri_y_la_acacia

“El aleteo de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo” este antiguo proverbio chino dio el nombre al concepto “efecto mariposa” que explica científicamente cómo alteraciones aparentemente simples de una variable o acción pueden generar efectos masivos y desencadenar un proceso que al ir propagándose adquiere cada vez más fuerza. El nacimiento de una novela que primero fue soñada y concebida tal vez con el aleteo de un colibrí, puede alcanzar amplias distancias, cruzar océanos y producir grandes emociones. Recibimos con mucha expectativas la nueva novela de Maher Abder-Rahman, escritor y periodista tunecino. 

En la trama, el colibrí que aparece en la portada se materializa simbólicamente dentro del lente fotográfico de Samir Touzni, personaje principal, para protegerlo y ayudarlo.  

Como en la literatura y la creación literaria todo se vale,  usaré el recién creado por mí “efecto colibrí” para explicar cómo los aleteos del mencionado  pájaro, han hecho que esta novela, escrita en 2023 y traducida del árabe, vuele hasta nosotros y cobre fuerza narrativa.  

El protagonista Samir Touzni, (alter ego del autor de la novela en muchos aspectos cómo puede comprobarse con su biografía) es un hombre joven del sur de Túnez que se gradúa en estudios mediáticos, pero como no consigue trabajo se dedica a vender donuts en la tienda de su abuelo. La frustrante realidad de muchos jóvenes profesionales en Túnez.  

Un año antes de la revolución tunecina el protagonista consigue su trabajo soñado como camarógrafo en una compañía de noticias. Sin embargo, no contaba que con su cámara se volvería testigo de grandes injusticias sociales bajo el régimen dictatorial y podrá documentar los eventos que conducen a la revolución. Especialmente, después de que los islamistas llegan al poder haciendo alianzas con los terroristas, Samir Touzni se enfrenta a asesinatos de políticos, secuestros de mujeres así como a maltratos  y matanzas de numerosos ciudadanos. 

Enfrentando todos estos cruentos sucesos, Touzni cuestiona su identidad. Imagina (a pesar de no tener evidencia histórica) que su tribu, los Tawazine, son de orígen bereber y no árabe. También cuestiona la desaparición de la lengua amazigh. 

Conocí al autor de esta novela, Maher Abder-Rahman, durante el congreso de islamistas árabes e iberoamericanos celebrado en el monasterio de Yuso en la Fundación Cilengua (Centro Internacional de Investigación de la Lengua Española) en San Millán de la Cogolla, provincia de la Rioja en España. Después de escuchar su brillante disertación, nos adelantó el título de la novela que estaba traduciendo al español y que llamó poderosamente mi atención. Siempre he considerado al colibrí como un pájaro mágico que he adoptado como mi tótem y que procuro colocar en todos mis libros de alguna forma. El colibrí tiene la función, como las abejas, de polinizar. Visita a las flores y las penetra con su largo pico, dándose un intercambio entre la flor y el pájaro: este absorbe su dulce alimento y la flor consigue multiplicarse. De alguna manera me parece que describe la labor del escritor. En el “jardín” literario hay también un intercambio entre lector y escritor. El escritor va visitando con sus escritos y compartiendo lo que ha encontrado en los sueños dormidos dentro de las flores. O tal vez sean las flores diversas las que representen a los libros y el colibrí sería como el  lector que va internándose profundamente dentro de ellas para alimentarse. 

En la novela de Maher Abder-Rahman, el colibrí actúa como un símbolo, igual que la acacia, que crece en el desierto africano (en la novela se muestra con detalle la vida vegetal del Sáhara). A pesar de que el colibrí es un pájaro originario de América, Samir afirma haberlo visto con sus colores brillantes alimentándose de las flores de la acacia. Desde entonces se le aparece en el lente de la cámara, protegiéndolo de los peligros y salvándole la vida en varias ocasiones. También le muestra quiénes son los líderes de los principales partidos políticos en forma de insectos y de reptiles.  

Revisando este párrafo extraído de la novela, intuimos que la acacia es un símbolo de lo que es Túnez, atacada por la revolución y los partidos, pero no deja de existir esperanza: «si escribo, será sobre la acacia, que fue devorada por las langostas y quemada por los avispones, y en su lugar creció su hija que va a madurar para fortalecer el polvo de la tierra, bajo la custodia de mi amigo el colibrí».  

Maher Abder-Rahman nos muestra en su novela una realidad histórica, pero también simbólica. La novela revisa muchos eventos dramáticos y verdaderos de la  historia tunecina, abordando principalmente la revolución tunecina ocurrida en el 2011 y la postrevolución, el comunismo, el terrorismo, el islamismo, la libertad de expresión y las libertades individuales, la identidad bereber, las tribus de Túnez y la historia de la región del sur. Todo con una narrativa imaginativa que se desarrolla reflejada desde el lente de la cámara del fotógrafo Samir Tounzi.  

Uno de los capítulos más escalofriantes y emotivos sucede cuando Touzni visita la ciudad de Ben Guerdane para asistir al funeral de su madre. Corría el año 2016 y la ciudad sufrió un ataque muy violento. Los terroristas querían convertir el pequeño pueblo en un emirato de ISIS. Sana, la joven a quien Touzni ama y con la cual planea casarse, muere en los atentados. Cuando Touzni va a filmar los eventos, no obedece al aviso del colibrí y por esto es herido, lo que conlleva a que su pierna sea amputada. Cuando su jefe, gerente de la producción de noticias televisivas, lo visita en el hospital y Touzni le revela la historia del colibrí, este le dice que el pájaro representa su intuición, que lo ha ayudado a ser tan exitoso en su trabajo y lo ha salvado, pero cuando lo ignora, sobreviene el accidente.  

No olvidemos que la historia la escriben los vencedores, como dijo George Orwell en 1944, y yo agregaría que con el paso del tiempo la reescriben los buenos novelistas. El aleteo del colibrí de Maher Abder-Rahman desde África ya se siente con fuerza en Europa y América. Que su magia te traiga noticias, historias y mensajes del pueblo tunecino. Bienvenida su novela que esperamos se siembre como retoños de acacia y que florezca para atraer nuevos colibríes.