Desde el otro lado

Un presidente por tres días

El orden constitucional de la República Dominicana había sido quebrantado con el derrocamiento del presidente Juan Bosch en 1963, frustrándose el primer intento de ejercicio democrático luego de decapitada la dictadura trujillista. 

Juan Bosch del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) fue electo en los comicios del 20 de diciembre de 1962. Estas fueron las primeras elecciones democráticas celebradas en República Dominicana después de 31 años de la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo. El PRD ganó el certamen electoral con el 58.72 % de los votos emitidos.

Una vez dado el golpe de Estado contra Bosch se había instalado un Triunvirato (gobierno compuesto por tres personas) ya había cambiado de cabeza, de Emilio De los Santos a Donald Reid Cabral.

La línea sucesoral establecida en la Constitución de la República Dominicana aprobada en 1963 consagraba que, ante la falta del presidente, del vicepresidente y del presidente del Senado, correspondía asumir ese cargo al presidente de la Cámara de Diputados.

Cuando estalló la revuelta, los constitucionalistas liderados por el coronel Hernando Ramírez juramentaron, el 25 de abril de 1965, al Dr. José Molina Ureña como jefe de Estado, dada su condición de presidente de la Cámara de Diputados del depuesto gobierno y el único del orden sucesoral en suelo dominicano. Bosch y su vicepresidente Segundo González Tamayo se encontraban exiliados en Puerto Rico, mientras Juan Casasnova, presidente del Senado, también había sido deportado. 

Una vez en el Palacio Nacional, un comando constitucionalista dirigido por el capitán Mario Peña Taveras depuso al presidente Donald Reid Cabral y lo mantuvo preso en el tercer piso de la casa de Gobierno, sacándolo horas más tarde en una ambulancia. 

Molina Ureña tomó posesión de las oficinas del segundo piso acompañándolo muy pocas personas. Alguien del grupo me ha confesado que no llegaban a una docena. A este amigo, hoy un famoso historiador, le correspondió siendo apenas un mozalbete escribir en una maquinilla Olivetti los decretos que iba emitiendo el nuevo presidente. El Gobierno en ese momento era una escaramuza, no había control alguno de nada.

El capitán Peña Taveras le comunicó lo sucedido al Dr. José Francisco Peña Gómez, Secretario General del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y le requirió que en el programa “Tribuna Democrática” llamase al pueblo a las calles para que lucharan por el retorno al poder de Bosch. 

Los tres días que Molina permaneció en palacio, 25, 26 y 27 de abril de 1965, solo sirvieron para acelerar la guerra civil que se avecinaba y convertirse en la antesala de la intervención militar norteamericana.

William Tapley Bennett Embajador de los Estados Unidos de América no se encontraba en República Dominicana el 25 de Abril de 1965 cuándo se produce la revuelta militar y retorna al otro día a Santo Domingo y una vez reintegrado convocó a una reunión el día 27 de Abril al mediodía con los líderes militares del levantamiento y el presidente Molina Ureña. 

Ya el 27 de abril, por los ataques a la casa de Gobierno, Molina Ureña abandonó el Palacio Nacional y se dirigió a esa reunión con el embajador norteamericano. El error de Molina Ureña fue salir de la casa de gobierno, ya que perdió la autoridad y también la sede del Gobierno.

El embajador Bennett con mucha arrogancia rechazó el pedido de alto al fuego propuesto por Molina Ureña. Y le dijo: "ustedes debieron pensar en eso antes de iniciar esta grave situación, ahora no hay diálogo sino una rendición".

Es en ese momento cuando el coronel Caamaño, quien asumió el mando militar tras el coronel Ramírez enfermar de hepatitis, le respondió: “mire, embajador, váyase al carajo, que a usted no le importa el país, ni tiene los cojones de nosotros para defender a este país; vamos a pelear para el Puente Duarte y los que estén dispuestos a morir que me sigan", saliendo a luchar por el regreso de Bosch y contra la intervención norteamericana.

Mientras tanto, el hasta entonces presidente Molina Ureña, al verse sin poder alguno, salió directamente para la embajada de Colombia a asilarse, concluyendo así su presidencia de tres días.