Sencillamente irresistibles

¿Dónde está su Majestad? Matarile, rile, rile

¿Dónde está su Majestad? ¿Acompañando a su “niña” a que jure mas cositas? ¿Jugando a las recepciones con su adorable eZposa?, ¿Algún viajecito?, ¿Otorgando premios?, ¿Abducido por los extraterrestres?...

¿Dónde está su Majestad?, ¿Se ha ausentado de sus cuarteles de invierno por lo del cambio climático?, o sea, porque ya no hay invierno al parecer, según los agoreros del clima.

Que desconcierto ¡Vaya usted a saber donde esta!

Y no hay nada peor que un rey errante salvo un rey errado. 

Mucha erre majestad, mucha herrumbre sobre la corona que ostenta, que al parecer no era de oro aunque daba el pego, porque se ha oxidado. Cada día en el que su gracia vaga (no digo vaguea) se oxida más y más.

Tampoco digo que se le exijan actos heroicos, que los héroes ya sólo han quedado para el celuloide, pero por lo menos aporte una señal de su existencia, de que  está en desacuerdo con lo que ocurre a momento de  ahora mismo en nuestro país.

Me consta que su papel está muy limitado por las leyes, pero ¿Y el ejército? ¿No es su misión la defensa de la unidad de España y la del orden constitucional?, ¿No se encuentra eso perfectamente definido en la Constitución? y ¿No es usted, don  Felipe VI, el capitán general de los tres ejércitos? ¿El soldado número uno y el máximo mando de las Fuerzas Armadas, tal y como establece también la Constitución Española, por su condición de Rey y su graduación?

A lo mejor, su Majestad, le gustan las sorpresas y nos prepara una gratificante ¡Ojalá!

O a lo mejor es que desde su narcolepsia, esa enfermedad que presuntamente padece desde niño, se nos ha quedado dormido. 

A lo mejor es que ve poco o ve mal y no percibe cómo se le van cerrando puertas, pero con portazos y a lo peor es que después ya no puede volver a abrirlas. 

Yo entiendo que soporta mucho, porque es mucho soportar la manera un tanto despectiva (al menos es lo que desde fuera se percibe) en la que se comporta con usted el ”Figura” acomplejado por plebeyo, y porque es más bajo y porque es menos guapo que su Majestad, pero el exilio es peor.

¿O no?, ¿O ya se está preparando para ello y para dar charlas por EEUU poniendo voz y ademán de locutor de telediario de TV, consorte?

Por favor, si tiene a bien, reflexione sobre esto que le digo. Manifieste su presencia de algún modo y de un paso al frente en defensa de la unidad de España. 

Así a posteriori no hará falta que llore como Boabdil al entregar las llaves de Granada a los Reyes Católicos, el 2 de enero de 1492, cuando su madre le dijo “Llora como mujer lo que no supiste defender como hombre”.

Y a lo mejor también, Señor, no vuelve nunca más a comerse las uñas de forma compulsiva, tal como se dice que hace.

Que así sea.