Cuentan que un día de marzo
Úrsula se paseaba
con su rubia melenita
algo cursi y repeinada.
Whatsapp le fueron venidos
que no le gustaron nada
mencionando unas cosillas
“mal compradas” en España.
Oh cielos, ¿Será mi Pedro,
el líder que todas aman,
quien se “confundió” de pleno
en adquisiciones “raras”?.
Pues yo no creo posible
que se pierda en compras vanas,
con esa ley de amnistía
que corroe sus entrañas.
O que se deje tentar
por Delcy y por Venezuela,
cuando sabe que es Europa,
donde tiene la cazuela.
Mi corazón late loco
y me dan palpitaciones…
¡Mi amigo no es un ladrón
ni en sus duras condiciones!.
Ni siquiera con Begoña
que a los negocios le impulsa,
viajando tanto a Marruecos
de manera tan insulsa.
Debo investigar el tema.
Necesito comprender,
aunque me dan mucha pena…
los líos de esta mujer .
Pedro ha de protegerse
de sus métodos de arrastre,
pues si no va con cuidado
puede ser mucho el desgaste
……………………………..
Cuentan que un día de marzo
Úrsula al cielo miraba
Mientras ¡qué casualidad!
Un Falcón vio que volaba
Era Pedro ¿Quién si no,
si Yolanda estaba en casa?
Serafines y Francinas,
ángeles y golondrinas
Abalos, Koldo e Illas
A su lado repartían
Millones de mascarillas.
Y Ursulina comprendió
en tan solo “una miqueta”
que su amigo bondadoso
se cuidaba del planeta.
Como un nuevo Superman,
de los virus al azote,
desde Moncloa hasta Omán
desde Omán a Lanzarote
no había que temer nada,
pues Pedro lo controlaba,
como en un enorme lote.
Al fin se sintió aliviada,
luego siguió meditando:
“La galaxia está salvada,
Sabemos por quien y cuando.
Y aunque muchos no comprendan,
y aunque gaste combustible.
es un Titán que sin ton
hace que sea posible
el tilín de la ambición
y otras muchas maravillas,
para que su equipo viva
con lo de las mascarillas”.
