Breverías

Sueños y tortazos

Anoche cuando dormía
Soñó, bendita ilusión:
Que una corona ponían,
sobre su gran cabezón….
(Y reflexiones hacia 
de tan nueva situación):

¡Oh!, como soy de estupendo,
tanta belleza me marca,
me tiene  predestinado
a regir como monarca.

-Esto se dijo a sí mismo
sintiéndose poderoso,
presto a comenzar reinado
para un milenio glorioso.

Voy a cambiar de ministros,
los de ahora están caducos,
se han estropeado a tope
con  mis mentiras y trucos.

Me traslado presuroso
hasta el palacio de Oriente
donde ejerceré el mandato
entronado para siempre.

Ya no necesito Indra,
ni a José Felix Tezanos
no convocaré elecciones
jamás para los villanos.

Es mi estirpe poderosa, 
es mi mente un talismán,
vengativa mi memoria,
mis deseos, un volcán.

Ni me vale Puigdemont,
ni me importa la amnistía.
Mi cambio de situación 
me asegura hegemonía.

¡Vete pues a freír monas
monigote con flequillo!,
creías que me ganabas
y nadie me gana a pillo.

No te doy ni una prebenda,
desde ahora ten presente
mi condición soberana
en lugar de presidente.

Y venga ¡no llores más!
No te me pongas de cuña,
para mí no vales nada,
¡No vuelvas por Cataluña!

……………………

Más, justo en este intervalo
de soñar tan placentero,
le ha despertado un tortazo
cariñoso, pero fiero

¡Despierta cielo, mi vida, 
de tu sueño embarazoso,
que como se entere Puigy 
resultara peligroso.

Yo no estoy para mudanzas,
porque Moncloa es mi hogar,
porque tengo muchos “muebles”
que no es bueno destapar.

Levántate de la siesta
y vete para el Congreso.
no me seas imprudente,
no vuelvas a soñar eso…

Él la escucha cabizbajo,
sabe que tiene razón,
que no hay ninguna corona
sobre su gran cabezón

Así que sube en el Falcón,
besa a Begoña fugaz
y pone rumbo inmediato,
al despacho de Ferraz.