Pasó la Semana Santa
y entre tanta procesión
hubo algunas que salieron
pero muchas otras no.
Lloraban los nazarenos
cada vez que un chaparrón
era un anuncio postrero,
porque esperaban con miedo
todo cuanto sucedió.
Mientras tanto, Pedro Sánchez
con su Falcon despegó
Y al momento regresaba
porque ¡Joder! Se averió…
pero como es presidente
todo se solucionó
y diez minutos más tarde
ya volaba en otro avión.
Se alojó en las Marismillas
de Doñana, y festejó
noches de la primavera
que hace días renació
en la España más lorquiana,
cervantina, unamuniana,
tan de Picasso y Miró.
Tan de Azaña, tan de Alberti
tan de Góngora y Colón.
De Machado y la Saeta
que don Antonio escribió
“al Cristo de los Gitanos
siempre con sangre en las manos”
¡late en nuestra tradición!
Era la saeta que
Joan Manuel Serrat cantó.
Es el cantar de una tierra
que nunca olvida la Guerra
Civil, que le estremeció.
…Pero el Gobierno de España
decidió sin ton ni son
que aquel domingo no fuera
el de la “Resurrección
y así quiso celebrar
sin mediar explicación
la “Visibilidad Trans”
que es la nueva religión
de todos los que saquean
en nuestra vieja nación.
Moraleja
Ya en Cuba y en Nicaragua
Persiguen las procesiones
Y aquí inventan cualquier cosa
Para romper tradiciones.
