Con una nutrida asistencia de público, en el Salón de Actos de Fundación ONCE, en Calle Sebastián Herrera, 15, de Madrid, ha tenido lugar el acto de presentación del libro En defensa de la Transición. Memoria de un testigo afortunado , del que es autor José Julián Barriga Bravo.
El acto fue presentado y coordinado por Basilio Rodríguez Cañada, presidente del Grupo Editorial Sial Pigmalión, y participaron, además, por orden de intervención, Diego Hidalgo Schnur, presidente honorario fundador de FRIDE y del Club de Madrid; Fernando González Urbaneja, presidente de la Comisión de Deontología del Periodismo de la FAPE y el autor, José Julián Barriga Bravo.
Cerró el acto el Vicepresidente Ejecutivo de la ONCE, Alberto Durán.
Presentación del libro En defensa de la Transición. Memoria de un testigo afortunado, de José Julián Barriga Bravo
José Julián Barriga Bravo
José Julián Barriga Bravo (1943), hijo adoptivo de Garrovillas de Alconétar (Cáceres). Periodista. Redactor del diario Hoy, RNE y de la agencia Pyresa. Corresponsal parlamentario del diario Pueblo y de la revista Opinión. Fue redactor jefe en la agencia EFE, subdirector del diario Ya, director adjunto de los Servicios Informativos de la COPE y jefe de Nacional de la revista Tiempo. Durante los años de la Transición fue el primer director de los Servicios Informativos de la Presidencia del Gobierno, bajo el mandato de Adolfo Suárez. En 1981 fue designado director general de Relaciones Informativas de la Presidencia del Gobierno. Desde 1992 hasta su jubilación, director general de la agencia SERVIMEDIA. Ha participado en tertulias radiofónicas de la COPE, Onda Cero, RNE, TVE, Veo-TV y Punto Radio. Ha pertenecido en diferentes etapas a la directiva de la Asociación de la Prensa de Madrid y está en posesión de la Cruz de Oro de la Solidaridad. Premio Nacional CERMI a Medios de Comunicación. Es miembro de la Comisión de Arbitraje y Deontología de las Federación de Asociaciones de la Prensa de España, presidente fundador del Club Sénior de Extremadura y miembro numerario de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes.
Es autor de Calleja del Altozano/Memorias de un lector inexperto, El maestro organero y Europa desde Yuste, y coordinador de los ensayos Qué nos pasa a los extremeños para estar donde estamos, Extremadura: identidad, cohesión y desarrollo, La imagen de las personas con discapacidad. Estudios en homenaje a José Julián Barriga Bravo.
En defensa de la Transición. Memoria de un testigo afortunado
Este libro no es una historia más de la Transición, sino la crónica escrita por un testigo presencial de los hechos que se narran. Es el relato de un periodista que ejerció su profesión durante más de cuarenta años junto a los protagonistas que alumbraron la etapa más floreciente e ilusionante de la historia de España, y vivió en primera fila o desde la barrera, y a veces desde el mismo ruedo, aquellos acontecimientos con el objetivo de irlos narrando en los periódicos de la época, con una única excepción, los casi cuatro años que el autor ejerció en la Moncloa, primero como director de los Servicios Informativos y más tarde como director general de Relaciones Informativas durante los gobiernos de Adolfo Suárez.
El relato, documentado e ilustrado con sus vivencias personales, va narrando los momentos más importantes del periodo y describe la personalidad de los principales actores de aquella escena política, deteniéndose de forma especial en la relación que unió al autor con el presidente Suárez.
En defensa de la Transición. Memoria de un testigo afortunado, que no es solo el elogio del proceso sino también el relato de sus «miserias» y frustraciones, se cierra con el compromiso de defender el legado de la Transición y los valores que la hicieron posible: diálogo y voluntad de consenso en un clima de libertad y de tolerancia. El autor expresa su convencimiento de que ninguna otra generación ha presenciado un cambio tan profundo y trascendente en lo económico, en lo social y en lo político. Y, sin embargo —aclara— no sería la primera vez que los españoles se embarcan en un nuevo retroceso histórico. Si lo hicieran —concluye—, habrán destruido la Constitución más consensuada de nuestra historia y el periodo de mayor libertad y progreso que hemos conocido.
