Entrevista

Pero un beso de amor, no se lo doy a cualquiera

Dr. Khaled Kasem
photo_camera Dr. Khaled Kasem

El Dr. Khaled Kasem es el jefe de ortodoncistas de Impress, una red con más de 15 años de experiencia agrupando a este tipo de especialistas, y a más de 160 clínicas en las que el cuidado dental aplicado a la imagen, es la meta. Con él hablamos de algo tan cotidiano como el beso, de sus beneficios y de sus consecuencias menos favorables para la salud bucodental.

¿Cuáles son las ventajas de los besos para la salud bucodental?

Durante un beso, se produce mucha más saliva dentro de la boca, que puede actuar como desinfectante al reducir la placa bacteriana y reforzar nuestro sistema inmunológico. Además, favorece la hidratación de la boca, lo que resulta especialmente importante para las personas con sequedad bucal. Otra ventaja es su función protectora y reparadora del esmalte, que ayuda a evitar las caries.

Por tanto, los besos no son solo una muestra de afecto.

Así que ensalivar bien es algo muy bueno…

Pues sí, porque además, un PH neutro en la saliva contribuye a neutralizar los ácidos de los alimentos y bebidas, protegiendo los dientes de la erosión ácida. Y ayuda a la remineralización del esmalte dental después de que los ácidos en la boca lo hayan desgastado. Por último, cabe destacar la protección contra bacterias.

En definitiva, la saliva es clave para ayudar a mantener boca, dientes y encías saludables, también durante los besos.

¿Pueden existir ciertas inseguridades entre las personas que están realizando algún tipo de tratamiento de ortodoncia a la hora de dar besos? ¿Por qué?

Sí, es posible que algunas personas que están llevando a cabo un tratamiento de ortodoncia puedan sentir ciertas inseguridades a la hora de dar besos, en especial si hablamos de brackets, que a veces generan una cierta incomodidad o molestias si no están bien colocados o tienen bordes filosos.

Sin embargo, los actuales tratamientos de ortodoncia invisible están ya muy avanzados y se adaptan perfectamente a la forma de la boca haciéndolos muy cómodos para que no supongan una molestia en ningún momento, tampoco al dar un beso, por lo que no deberían generar problemas. En caso contrario, si se padecen molestias persistentes, es conveniente consultarlo con el especialista.

¿Por qué el estrés es malo para la salud bucal?

El más conocido de ellos es el bruxismo, o sea el rechinamiento o apretamiento de los dientes, generalmente durante el sueño, capaz de provocar problemas mandibulares y dolores faciales. También se asocia con la hipersensibilidad dentinaria, que es una respuesta exagerada de los dientes a determinados estímulos como el frío, el calor, los dulces o el propio cepillado. Y puede desencadenar infecciones orales, ampollas o herpes labial. Además, varios estudios revelan que las personas que sufren estrés presentan altos niveles de cortisol, una hormona que si se acumula, puede llegar a provocar enfermedades periodontales.

Por último, hay que destacar que las personas que toman medicamentos para “desestresarse” experimentan una disminución del flujo salival por sus efectos secundarios. Al tener la boca seca, son más propensas a sufrir caries e inflamación de las encías.

Según un estudio, un beso de 10 segundos transmite 80 millones de bacterias, ¿no puede resultar peligroso?

Es verdad que hay un estudio de la Organización de Investigación Científica Aplicada de Holanda (TNO), que asegura lo de los segundos y las bacterias, pero eso no es necesariamente algo malo. De hecho, la diversidad bacteriana quizás sea beneficiosa para el sistema inmunológico. Al exponernos a más microorganismos, podemos desarrollar resistencia. Sin embargo, también es cierto que algunas enfermedades infecciosas pueden transmitirse a través de la saliva como es el caso de la mononucleosis, conocida como la "enfermedad del beso". Otros microbios infecciosos que se propagan a través de la saliva pueden adherirse a la superficie interna de las mejillas, la lengua o los dientes.

Concluyendo, aunque un beso a veces trasmite una gran cantidad de bacterias, no todas son perjudiciales y algunas resultan beneficiosas. Y ante la duda, siempre es importante mantener buenas prácticas de higiene y visitar de forma periódica al especialista.