Opinión

Vigilantes de sus ideologías

Las culturas del “buenismo” por excelencia y de la protesta pacífica no deberían violentar los pensamientos que también desean amplificar las fronteras de los grupos humanos marginales y marginados por esta sociedad estereotipo, pues sus principios entran en lo que se ha venido a denominar la cultura “Woke”, ya que se supone que nació y germinó entre algunas maniobras del marxismo, puestas de relieve por unos pocos filósofos posmodernistas  - Karl Marx, H. Marcuse o J. Lacan entre otros - que, seguramente, aspiraron a ser vigilantes de las ideologías de la ultraizquierda radicalizada, ya que ante los casos auténticos de tremendas injusticias, se supone que esa cultura “Woke” debería despolitizar todo lo que ya se había politizado. Incluso especulaban con que el racismo era un fenómeno que emanaba del capitalismo.

Precisamente ellos, los protagonistas y defensores de ese movimiento, han estudiado intensamente los modos de abundar en los recovecos de lo que siempre roza con lo que algunos han calificado como “políticamente correcto o incorrecto en otros casos”; y lo que implica que todos nos uniformemos con esos mismos principios y los traslademos a un efecto radical, para que el pensamiento liberal quede rectificado e impugnado para siempre. Pues hay quienes afirman que toda esa cultura tendería a buscar la verdad de las verdades y que TODOS, absolutamente todos los demás, los que NO creemos en que ese movimiento pueda ser positivo, no deberíamos censurar a los que piensan de ese modo, escriben de ese modo y hablan de ese modo. Pues la libertad es libertad, sin imposiciones ideológicas que la devasten y la arruinen. Eso dicen ellos, cuando defienden la suya. Yo también lo creo. La libertad es libertad sin excepciones. 

En el fondo se trata de un movimiento que nació en Estados Unidos para censurar la libertad de expresión de quienes pensaban justo lo contrario, y que en vez de debatir, disentir o contrastar opiniones y razonamientos, se les ocurrió una nueva fórmula: elevar esa cultura intransigente hacia un limbo imaginario que se definiese como verdad absoluta y verdad de verdades. Así, los antagonistas quedarían fuera de juego; porque se considera que deberían haber sido lo suficientemente sensibles como para intervenir y manifestarse ante la sociedad que solamente busca la justicia. Nosotros - como somos tontos de capirote - lo hemos importado hacia esta Europa agarrotada, achacosa y decadente. Y lo más jodido del caso, es que los seguidores y defensores de este movimiento se creen mejores que los demás por haber creado un sello teórico e hipotético, lleno de principios y realidades ideologizadas y tergiversadas, para que sepamos que todo lo que no huela a espacio “Woke” quede al margen de la realidad y por lo tanto, habitará en los parámetros de lo negativo  ¿Si no somos afines a la cultura “Woke” no somos sensibles con los demás?  

Se trata de silenciar lo que yo pienso, lo que tú piensas y lo que numerosos seres humanos piensan, cuando a otros individuos no les gusta eso que pienso… Es decir. Hablando claro. Se trata de silenciarme porque discrepo con esos seres humanos que se creen divinos y, por lo tanto, superiores. 

Nos quieren hacer despertar. Ya que el término “Woke” es eso literalmente lo que significa. Consideran que estamos dormidos y que no tenemos capacidades para pensar y debatir. Consideran que los NO seguidores de la causa, deberíamos alinearnos con los que creen que son poseedores de lo cierto. O sea, desearían hacer un redil donde quepamos todos, pues somos ovejas que no piensan y nunca han de pensar. Piensen Nicaragua y en Ortega.

Se dice que el racismo fue un término que reemplazó a la esclavitud, como alegoría de la concienciación social que definiría los singulares modos de la nueva sensibilidad que han inventado algunos pensadores que SIEMPRE se miran al ombligo. Porque evita que podamos manifestarnos libremente en una sociedad unicolor. Que así es como la sueñan.

Si todo eso se hace como una justificación ante discriminaciones y perjuicios sociales, que me lo expliquen con mucha más claridad, pues no lo entiendo, ya que sé que desde diversas posiciones se han venido defendiendo las corrientes minoritarias que pueblan el planeta y así debe de ser, pero sin entrar en los debates marginales que politizan el mundo y lo dislocan, para hacerlo a su imagen y semejanza. En los victimismos de salón o en victimismos inventados y fantaseados desde las posibles utilidades políticas de la ultraizquierda, late la necesidad de que seamos “librepensadores” y ejerzamos la libertad sin normas impuestas y maduradas por determinados grupos radicales.

La cultura “Woke” es una corriente de pensamiento que manipula, que limita la libertad, y aunque se dijo que podía representar un peldaño necesario para superar las injusticias sociales, es simplemente falso, porque constriñe y manipula, y cuando se manipula no se responde a la verdad de lo que se ha ofrecido. 

Los regímenes de ultraizquierda – Cuba por ejemplo o incluso Venezuela – pretendían eso o, mejor dicho, predicaban eso y prometían eso: la igualdad de todos los seres humanos que poblaban la isla y fue todo una farsa que empobreció y que sigue empobreciendo a los seres humanos que allí habitan. 

Y no queda ahí, pues los defensores de esa falsa cultura son y serán siempre rehenes de sí mismos. Serán personas que se acostumbren a no debatir con los demás, que es lo que ocurre en las dictaduras: uno marca las normas y otros las cumplen sin rechistar. 

Las interrogaciones que se me plantean son cuantiosas. Porque no me suena nada bien un pensamiento sin posibilidad de debate, un pensamiento encasillado, archivado y definido de un modo concluyente.

Por lo tanto, alentar lo políticamente correcto es devastador porque rompe los esquemas básicos del pensamiento y determina lo que se ha de hacer. Por lo tanto, siempre he rehuido de las aparentes clarividencias, las que no respetan a los demás, las que disfrazan y deforman las verdades, las que manipulan y manosean otras corrientes de pensamiento y las que desean invisibilizar a los piensan de modo diferente; porque eso es lo que hizo la inquisición y lo que hicieron todas las inquisiciones habidas y por haber a lo largo y a lo ancho de la historia de la humanidad.