Hace algo más de un año publiqué en un diario escrito una Tribuna cuyo título era Madrid 1 - Barcelona 0. No hablaba de fútbol, sino de economía. Este es el resultado de la comparativa entre Madrid y Cataluña, de forma que con un millón de habitantes menos, hace ya tiempo que la primera goza de un PIB superior a la segunda, brecha que ha seguido avanzando, especialmente desde el conocido como “procés”. Medido en renta per cápita, incluso la supera en un 15%.
Hoy escribo por primera vez en este nuevo medio digital, al que auguro un gran éxito, y me gustaría empezar con el mismo símil, que titularía en este caso, Cataluña 71.852 - Madrid 0. Estas cifras, en millones de Euros, representan la deuda que respectivamente tienen con el Estado ambas regiones y cuyo origen está en un contexto de crisis económica. El gobierno español aprobó en julio de 2012 el FLA o Fondo de Liquidez Autonómica, línea de crédito concebida para que el Estado preste dinero a las Comunidades Autónomas y que éstas no tengan que financiar su deuda en los mercados.
Cataluña no ha sido capaz de financiarse ortodoxamente, llegando a ostentar sus bonos la calificación de “basura” en el argot económico, por eso el acreedor del 85% de su deuda total acumulada es ese Estado que parece le agravia. Por otra parte, el 100% de la deuda de Madrid, 37.495 mn, menos de la mitad que la catalana, se ha financiado en los mercados como haría una administración solvente.
Venimos leyendo expectantes acerca de una quita de la deuda, premiando a quien se ha administrado incorrectamente. Conviene resaltar que el sistema de financiación autonómica fue reformado en 2009, con la luz verde de la Generalidad catalana. Hoy, Madrid aporta al mismo tres veces más que Cataluña y sin embargo es la única region cuya deuda con el Estado es cero. Si se realiza una quita a todas las comunidades, para que no parezca tan descarado hacerlo a una sola, adivinen quién se verá perjudicada, ya que la deuda no desaparece sino que se “socializa” entre todos, incluso aquellos que nada deben.
Me temo que vamos a seguir en las próximas semanas con estos dos temas, deuda y financiación. Va a dar mucho juego en estas páginas.
