Arco en el cielo

Entre el Ser y el Parecer

Es impresionante observar como hay personas tan obsesionadas con aparentar, lo que más me impresiona son aquellos que prefieren parecer buenos cristianos antes que ser buenas personas. Realmente lo importante aquí es que uno sea honesto, cuide a su gente, se sacrifique y viva en el lado de la verdad… lo demás es pura fachada. 

Creo en la fuerza mayor, soy creyente… sin embargo, en el plano terrenal veo muchas personas distraídas con su papel ante el resto. 

Hay personajes ridículos que necesitan subirse el cuello del polo o levantar el dedo meñique para ser finos, que prefieren no comer en un banquete para mantener su estatus. 

El otro día acudí a un evento chic en Madrid y gracias a aventurarme al catering probé un queso francés, ahora es parte de mi lista de la compra. ¡Y es que la vida es eso, atreverse y conocerse, los que viven atrapados se están perdiendo la esencia de la vida!. 

Por eso agradezco que me hayan educado a ser respetuosa y tener modales, pero sobre todo a ser libre y tener personalidad, resulta valiente ser uno mismo. 

Adoptar comportamientos específicos para encajar en ciertos círculos, es el resultado de una obsesión por ser aceptado que además de dar mucha pereza, nada tiene que ver con los valores fundamentales. 

La autenticidad nace desde el interior, lo ideal es que cada uno avance con su brújula moral, priorizando la ética en la toma de sus decisiones, eso es obrar correctamente. 

Para estar realmente vivo uno debe alzar el vuelo y tomar perspectiva. La grandeza no radica en la apariencia, se trata de la integridad y la autenticidad que uno mantiene consigo mismo.