La mirada de Ulisas

Los países occidentales deben abrir sus ojos y observar todo para la reflexión

LA MIRADA DE ULISAS despierta con la incertidumbre de ¿cuándo y cómo? va a contraatacar Israel a Irán, idea que no se descarta aún, aunque tal vez se posponga la fecha por la celebración de la Pascua judía, llamada Pesaj, Pass Over (que significa pasar por encima). Comienza este domingo en la noche, que para el mundo representa el final de la semana y para Israel es el principio de la semana, luego del shabat, el día del reposo. Significa la conmemoración de la salida del Egipto del pueblo judío o sea la liberación de la esclavitud o de la estrechez mental, que viene a ser casi sinónimo de la falta de emancipación. Simboliza el momento del corte del cordón umbilical para adquirir autonomía y desprendimiento de lo que ya no es necesario. Considerada una fiesta nacional donde el sacrificio de no comer nada con levadura impone su deber. El pan sale de la mesa y le asigna su lugar al pan ácimo o la “matzá”. Evocación que también se refiere a los egos, nada que infle o presuma. Trae a colación la anulación de la fatuidad, ese sentimiento que no permite crecimiento alguno. 

Y será tiempo de meditación para la cúpula militar israelí de saber el modo y el tiempo de proceder ante una agresión tan descabellada como la infringida a un pequeño país que sólo pide poder existir.

Sobresale una luz en el panorama que no se esperaba, Jordania y Arabia Saudita se sumaron a la causa de Israel para defender su soberanía. Un hecho inédito que tiene con los pelos de punta al régimen iraní. ¿Será que el mundo árabe empieza a despertar? al saber quienes son sus verdaderos enemigos, antaño considerados los judíos, y hoy día se aclara el panorama: son los gobiernos de los Hermanos Musulmanes con sus nefastas influencias. Ya no tienen cabida en el mundo árabe más evolucionado y dispuesto a la cooperación con Israel para beneficio de todos los habitantes de la región. La prueba es que ningún país vecino o cercano de Gaza abrió sus fronteras para permitir el éxodo de la población palestina. Hay que preguntarse el ¿por qué? Y saber sacar deducciones y conclusiones afortunadas para aprender y aprehender el conflicto que vive el Medio Oriente.

E insistir que los países occidentales abran bien sus ojos, como los tiene abiertos y claros la mirada de Ulisas, que trata de no perderse ningún atisbo que le sea útil a la reflexión.

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