Reflexiones Australes

Lenguaje inclusivo

Andrés Montero J.
photo_camera Andrés Montero J.

La tontería no tiene límites. El lenguaje inclusivo es una de las tantas payasadas que se ha tratado de imponer en la sociedad, de la mano de gobiernos “progres” que buscan apoyo popular. El español es un lenguaje maravilloso, el cual se pretende desnaturalizar con intenciones manifiestas de feminismo fanático. Afortunadamente el impulso inicial pierde apoyo, al ver lo ridículas que resultan las intervenciones públicas de políticos y autoridades en general.

No se ven promotores que intenten cambiar artistas por artistos o periodistas por periodistos o futbolistas por futbolistos. La presión va en un solo sentido. Lo qué hay detrás es un interés muy absurdo de promover términos femeninos, cuando el lenguaje castellano expresa tan bien los significados de las cosas. La creación de ministerios de la mujer, es otra de las ridiculeces que se ha fomentado por parte de colectivos feministas extremos. Su creatividad no les permite alcanzar racionalmente mayores niveles de igualdad y por eso discriminan negativamente. ONU Mujeres es la casa matriz de la discriminación, toda vez que estas ideas pro mujer son normalmente anti hombres, lo que le resta justicia a sus propuestas.

El mundo cada vez está más loco, y los culpables son aquellos que promueven inmigración ilegal, feminismo extremo, lenguajes inclusivos, mascotas en reemplazo de hijos y la desintegración de los países en mini países no sustentables. La buena noticia es que ya hay gobiernos que han prohibido a los funcionarios públicos utilizar lenguaje inclusivo en documentos oficiales.

La destrucción de la familia tradicional ha sido otro de los objetivos de organismos internacionales y de gobiernos progresistas que no respetan tradiciones ni costumbres. Defendamos el lenguaje de siempre, aquel que no requiere de cacofonías insoportables.