Detrás de los números

¿Es necesario pegarnos un tiro en el pié?

Hace exactamente dos meses abordé en estas páginas alguna de las consecuencias que podría tener la condonación de deuda a Cataluña. Los peores presagios se han cumplido después de los pactos que ha firmado Sánchez para lograr su investidura en un claro supuesto de estafa electoral. 

Mi lamento es doble, en primer lugar por la propia Cataluña, ya que el perdón del 20% de su deuda con el Estado es en realidad un rescate en toda regla a una administración insolvente, como admite ERC en el documento firmado, “con el fin de sanear la situación financiera de la Generalitat y facilitar su vuelta a la financiación en los mercados de deuda” dicen, poniéndose a la altura de países del tercer mundo o apestados financieros como Cuba o Venezuela a los que se les ha perdonado dinero. Recordemos que sus bonos ostentan la calificación de junk bond (bonos basura) por Moody´s y Fitch (S&P ni la califica), con nulo éxito en los últimos 4 años en los que han realizado road shows para testar el mercado. 

En segundo lugar, porque esa deuda se “socializa” entre todos los españoles y al no exigir a cambio disciplina fiscal, carece de incentivo seguir un comportamiento ortodoxo. Además, no parece que tengan la más mínima intención de devolver el resto, ya que aseveran que esta primera letra girada es a cuenta de una supuesta deuda histórica de 450 mil mn. Más les valdría reflexionar por qué desde 2017, 8.934 empresas han trasladado su sede fuera de la región, incluida La Caixa. 

Siendo grave privilegiar de esta manera a una región a costa de los contribuyentes de las demás, no lo es menos el impacto al que se han referido todas las organizaciones empresariales en relación a la amnistía y la inestabilidad institucional en la atracción de inversiones y la imagen exterior de España. No ha tardado la confirmación de este temor con el resultado de la encuesta que Bank of America ha realizado a 265 grandes gestores de fondos de inversión de todo el mundo en la semana en que se acordaba la citada impunidad y el ataque frontal a la independencia judicial con el lawfare, relegándonos a ser el país menos interesante de Europa para invertir. Se trata de la puntilla al deterioro que se ha ido produciendo en los últimos tiempos, vinculando a España con un ambiente de inseguridad jurídica, ya que va calando que las reglas de juego pueden cambiar de un momento a otro. Todo ello, en ausencia de una supuesta técnica como ministra de Economía que está desaparecida llamando a la puerta de organizaciones internacionales para buscar un sillón donde acomodarse.


Yawar Nazir Alonso

Doctor en Derecho Financiero y Tributario

MBA IE

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