Reflexiones Australes

Cuba, Venezuela y Nicaragua: un triángulo del terror

Andrés Montero J.
photo_camera Andrés Montero J.
El mundo enfrenta serios problemas en distintos lugares: conflicto en Gaza, guerra en Ucrania, conflicto en Corea, conflicto China-Taiwán, terrorismo en Yemen, inmigración ilegal, etc.etc. A todo lo anterior, debemos agregar el ya prolongado drama que afecta a los habitantes de tres naciones hispanoparlantes. En efecto, la situación de las dictaduras en Cuba, Venezuela y Nicaragua, aunque se habla de ellas, ningún organismo internacional o gobierno europeo, toma medidas drásticas en contra de los dictadores brutales que tienen secuestrados a millones de habitantes. Si bien es verdad,  que cada cierto tiempo algún político emite alguna declaración, no hay acciones concretas de los países desarrollados y democráticos para desestabilizar o derrocar a las dictaduras mencionadas. El argumento habitual, es que es un problema interno de estos países, pero al mismo tiempo se les acepta en organismos multilaterales, se les recibe como Jefes de Estado y se siguen haciendo negocios con ellos. Bajo este cinismo, Cuba cumplirá 65 años secuestrada por una pandilla de delincuentes, Nicaragua en manos de una pareja de canallas que persigue religiosos y expulsa a quienes no piensan como ellos y finalmente Venezuela en manos de un loco ensimismado y prepotente. Si alguien piensa que la democracia retornará pacíficamente a esos 3 países, está equivocado. En Chile en 1973, Salvador Allende, por la presión de la inmensa mayoría de los chilenos, tuvo que ser derrocado por la fuerza. Gracias a esas acciones, Chile es hoy un país democrático. Al leer el oficialista periódico Granma de Cuba, es posible constatar que ese país se quedó en la prehistoria. Por su parte, Nicaragua es un polvorín en ciernes y el dictador Maduro de Venezuela logra apoyos de Rusia e Irán, para asegurar su permanencia. Ningún organismo internacional tiene las capacidades y la decisión real de que en esos 3 países, cambien las cosas. La canciller mexicana Alicia Bárcena es otra defensora de estos regímenes opresores y gran admiradora de la obra de Fidel Castro. Estas dictaduras, al igual que lo que sucede con las manzanas podridas, han contaminado su entorno. La dictadura cubana ha estado involucrada en acciones terroristas en muchos países, ofreciéndose incluso de mediadora en el conflicto colombiano. La estampida de venezolanos escapando de su país ha generado graves problemas en Colombia, Ecuador, Perú y Chile. En los últimos años, 7 millones de venezolanos han dejado su país. A Chile han llegado más de 500 mil venezolanos, transformándose en la comunidad extranjera más numerosa. La mala noticia, es que la mayoría ingresó ilegalmente y en las últimas oleadas, narcotraficantes, sicarios y delincuentes han sido parte importante de este grupo. El recién asumido presidente de Argentina, ha tomado la decisión correcta, cuál es no nominar embajadores en esos 3 países, decisión que debiera ser emulada por todos aquellos líderes que creen en la democracia. El problema está en la ingenuidad y en la cobardía de los “líderes” para enfrentar a estos bárbaros del siglo 21, que se han enriquecido a expensas de los más marginados en sus respectivos países. Ojalá que Javier Milei sea exitoso en Argentina, de lo contrario ese lindo país podría pasar a engrosar la lista de las naciones sin destino.
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