El acto se celebró en la Real Casa de Correos, sede del Ejecutivo autonómico, donde Ayuso aseguró que “forma parte de nosotros, nuestro carácter y nuestra forma de entender la vida”. “Ese duende y esa magia viven aquí, en nuestra región, y ahora para siempre”.
A su juicio, “es hora del reconocimiento público y del amor al flamenco, abanderado de esta Comunidad a la que está profundamente unido”, enfatizó la presidenta, que destacó que de esta manera “cerramos una deuda histórica para protegerlo y promocionarlo”.
Por este motivo, prosiguió, “nuestra obligación como Gobierno es cuidarlo, universalizarlo y mantener su esencia y calidad y ayudar a que siga innovando”, siendo conscientes además de su “grandísimo capital artístico, el patrimonio histórico que atesora, su enorme fuerza de atracción turística y su capacidad para evocar y emocionar”.
“Su historia está cosida a la de esta tierra, región capital de ilusiones y sueños cumplidos, con un público llegado de todas partes que recibió el flamenco con la libertad, la alegría y el desparpajo y la naturalidad propia del pueblo de Madrid”, añadió la presidenta.