El PP deja a un lado las manifestaciones y se centra en las instituciones

Las protestas tenían por objeto que se notase que son muchísimos los españoles que no están de acuerdo con los pactos de Sánchez, Pero de aquí en adelante cambiará la estrategia ya que el partido se va a centrar en hacer una oposición coherente que parta de las instituciones públicas. Para ello se intensificará el discurso y se intentará recuperar espacio dentro de la derecha para que en las próximas convocatorias electorales pueda haber más posibilidades de gobernar. El PP pretende dejar a Vox en su espacio y darle la posibilidad de que los comportamientos en la calle sean para el partido de Abascal un granero de votos. De alguna manera el PP pretende arrinconar a Vox y marcar estrategias diferenciadas y por ello creen que ha llegado el momento de dejar la calle. Además Vox ya había perdido en las anteriores elecciones un número considerable de escaños que evitó que se pudiese gobernar. Abascal perdió 600.000 votos y se colocó con el 12,4%, mientras en las anteriores elecciones había tenido el 15,8%. Feijóo pretende no asumir estrategias conjuntas con Vox y por eso pretende desvincularse y crear una nueva ofensiva eminentemente parlamentaria en la que continuamente se exijan explicaciones al Gobierno, pero no solo en España. Pues pretende el PP pedir explicaciones en el Parlamento Europeo y en otras instituciones comunitarias. De momento van a centrarse en las reuniones de Suiza y lo que acuerden con el partido de Puigdemont. Porque los españoles no saben de qué están hablando ni qué consecuencias tendrán esos acuerdos para España.