MADRID, 30 (SERVIMEDIA)
Vox terminará un año 2023 en el que gracias a sus buenos resultados en las elecciones municipales y autonómicas de mayo consiguió entrar en los gobiernos de cuatro regiones en coalición con el Partido Popular y en más de 100 ayuntamientos, pero en el que perdió poder en el Congreso tras quedarse con 19 diputados menos en los comicios de julio.
El partido de Santiago Abascal comenzó 2023 participando a finales de enero en una manifestación en la Plaza de Cibeles de Madrid convocada por Foro España Cívica y Fundación Foro Libertad y Alternativa contra las decisiones del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, especialmente en materia judicial.
Asimismo, en febrero, en concreto el día 12, Vox hizo un acto de demostración de fuerza en Murcia durante la presentación de sus candidatos para las elecciones autonómicas y municipales, en las que confiaba ser el partido que más crecería. En concreto, llegó a reunir en la plaza de toros de esta ciudad a unas 10.000 personas.
Ese mismo mes, y pese a haberlo anunciado el 9 de diciembre, Abascal registró en el Congreso una nueva moción de censura contra Sánchez, en la que el candidato a la Presidencia del Ejecutivo era el economista Ramón Tamames. Era la segunda moción de censura impulsada por Vox en la misma legislatura.
Vox ya sabía que esta moción de censura, que tuvo lugar los días 21 y 22 de marzo, no saldría adelante, pero no podía quedarse “cruzado de brazos” ante un Gobierno que es “culpable” de ir “contra el Estado de derecho”. El Partido Popular se abstuvo durante su votación, a diferencia de lo que hizo en la anterior, en la que, con Pablo Casado al frente, votó en contra.
ELECCIONES MAYO
Tras la fallida moción de censura, el líder de Vox se volcó con la precampaña de cara a las elecciones del 28 de mayo, viajando a diferentes puntos del país para defender las ideas de su partido y trasladar a los ciudadanos que esta formación era “decisiva” en la “construcción de la alternativa que España necesita”.
En estos comicios, Vox consiguió entrar en todos los parlamentos en los que no tenía representación, triplicó el número de concejales que logró en las elecciones de 2019 y sus resultados hicieron que pudiera condicionar los gobiernos de seis comunidades: Baleares, Comunidad Valenciana, Extremadura, Aragón, Cantabria y Región de Murcia.
Después de la noche electoral, el presidente del Gobierno optó por adelantar las elecciones generales al 23 de julio, una decisión con la que Abascal se mostró “satisfecho” porque se le devolvía a los españoles “la voz después de cuatro años de mentiras” y deseó que ese día se pudiera cerrar una de las etapas “más negras de la historia” de España.
De este modo, Vox se dedicó en el mes de junio a la precampaña y a preparar la campaña para estos comicios mientras, en paralelo, iba tratando de negociar con el Partido Popular acuerdos para gobernar en coalición. Ya ese mismo mes, los populares optaron por pactar con el PRC en Cantabria, cosa que evitó la entrada de los de Abascal en el ejecutivo de esta comunidad.
ENTRADA EN LOS GOBIERNOS
A mediados de junio, PP y Vox llegaron a un acuerdo de Gobierno en la Comunidad Valenciana, en el que los de Abascal se quedaron con dos consejerías, una de ellas con rango de Vicepresidencia. Días después y pese a las primeras críticas de María Guardiola, también pactaron el Ejecutivo de Extremadura, donde ostenta una consejería.
Unos pactos con los populares que también se fueron repitiendo a lo largo de los meses de verano en distintos ayuntamientos, llegando a conseguir responsabilidades de gobierno en más de 100 ayuntamientos. Entre ellos, son destacables algunos de capitales de provincia, como pueden ser Toledo, Ciudad Real, Valladolid o Huelva.
Además, en agosto se cerró otro acuerdo de gobierno con el PP en Aragón, gracias al cual Vox ostenta dos consejerías, una de ellas con rango de Vicepresidencia primera y en septiembre, a escasos días de tener que convocar una repetición electoral, sucedió lo propio en la Región de Murcia, donde los de Abascal finalmente consiguieron entrar en el ejecutivo.
También hubo un acuerdo en las Islas Baleares, pero en este caso para que Marga Prohens gobernase en solitario. En este pacto, Vox se quedó fuera del Ejecutivo, pero sí entró en los consells insulares de Mallorca y Menorca. Los de Abascal dieron mucha importancia a acabar con la “falta de libertad lingüística” en esta región.
COMICIOS JULIO
Pese a que casi todas las encuestas pronosticaban que el PP obtendría un gran resultado en las elecciones de julio y que sumaría mayoría con Vox para poder gobernar España, finalmente no fue así. Los mencionados pactos entre ambas formaciones pudieron afectar al efecto Feijóo, ya que su partido no llegó a los resultados esperados.
Por su parte, aunque Vox obtuvo el voto de más de 3 millones de personas, perdió 19 escaños, pasando de los 52 que obtuvo en noviembre de 2019 a 33. El partido responsabilizó al PP del resultado electoral, alegando que su campaña del “voto útil” resultó ser “el voto inútil” y le culparon de dar por hecho que gobernaría.
Esta pérdida de diputados de Vox en el Congreso hizo que el partido ya no pueda presentar recursos de inconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional en solitario, algo que en la pasada legislatura hizo hasta en casi 50 ocasiones, ni tampoco mociones de censura en solitario. Para los recursos se necesitan 52 diputados y para las mociones de censura 35.
Además, poco después de estos comicios, su portavoz en la Cámara Baja Iván Espinosa de los Monteros anunció que abandonaba Vox por “motivos personales y familiares”, aunque dijo que continuará como “afiliado de base”. Una situación que llevó a comentarios sobre el “declive” del partido o una crisis entre la parte radical y el sector liberal.
AMNISTÍA
Pese a perder 19 diputados, la marcha de Espinosa, algunas polémicas y las críticas de Macarena Olona, que acusó a Vox de haber desviado casi 11 millones de dinero público a fundaciones y empresas, los de Abascal optaron por dedicar sus esfuerzos a luchar contra la ley de amnistía e impulsar una “movilización permanente” en las calles contra esta medida de gracia.
Así, en este inicio del curso político tanto Abascal como otros miembros de Vox, entre ellos Jorge Buxadé, Ignacio Garriga, Rocío de Meer, Ángel Pelayo y Juan García-Gallardo, participaron en distintas concentraciones y manifestaciones convocadas tanto por asociaciones y fundaciones como por el Partido Popular contra la amnistía.
Una de las más sonadas fue la organizada por la Fundación Denaes en la plaza de Colón de Madrid, que hizo que tanto los convocantes como Delegación de Gobierno coincidieran en que participaron en esta protesta unas 100.000 personas.
Vox ya avisó que continuará haciendo todo lo que esté en su mano para luchar contra el “golpe” que trata de perpetrar Sánchez con la ley de amnistía: desde los parlamentos presentando iniciativas, desde los tribunales, y desde las calles, tanto en concentraciones como en protestas ante las sedes del PSOE, especialmente en Ferraz.
Por el momento, termina el año y empezará el siguiente con la polémica generada en el Ayuntamiento de Madrid por su portavoz, Javier Ortega Smith, quien golpeó una lata que salió disparada hacia el concejal de Más Madrid Eduardo Fernández Rubiño, una conducta por la que personas como José Luis Martínez-Almeida han pedido que deje su acta.
(SERVIMEDIA)30-DIC-2023 12:00 (GMT +1)BMG/mjg
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