El gobierno más político de la democracia: 22 ministerios en tiempos de crisis

SÁNCHEZ PRESENTÓ AYER EL GOBIERNO MÁS POLÍTICO DE LA DEMOCRACIA con 22 ministerios para un tiempo de crisis. Mantuvo el número de ministros que había consignado en el gobierno anterior para agradar y reconocer a SUMAR y para compensar a muchos de los socialistas de su núcleo duro y a otros que había que nombrar para agradecer los servicios prestados durante los meses anteriores. Óscar Puente será ministro del nuevo ejecutivo como anunció el “eldiariodenadrid.es” el 3 de 0ctubre en la sección BREVERÍAS y en un ripio titulado: Ripios para un gallego / que está desencajado / soñó con ser ministro / y se quedó en diputado.  Pedro Sánchez bosquejó un gobierno sumamente político para hacer frente a una legislatura que se prevé llena de complicaciones y de presiones marcadas por los separatistas e incluso por Podemos a quien dejó fuera del nuevo Ejecutivo. Por mucho que se crea, no ha sorprendido a muchísimos españoles con sus nombramientos, la mayoría previstos, y otros imaginados por ser puramente necesarios. El nuevo gobierno no está pensado para las necesidades de España, no son los tecnócratas que necesitaríamos para salir de tantos atolladeros, pero SÍ pensó en las necesidades de un presidente presionado y obligado desde todos los frentes habidos y por haber. Pedro Sánchez ha compuesto el gobierno “superfrankenstein” que pretende gobernar durante los cuatro años de legislatura… Las cortesías y consideraciones  (Teresa Ribera, Nadia Calviño, Marlaska o Bolaños) llegan reforzadas con los premios y agradecimientos (Óscar Puente, Yolanda Díaz y algunos otros). Todo ello se espera - espera el Presidente - que sea del agrado de Junts, Bildu, ERC, PNV y otros tantos que tal bailan. Sumar mantiene las cinco carteras que NO han sido repartidas con su socio Podemos. Óscar Puente fue quien hizo de parapeto o barricada frente a Feijóo en el Parlamento de España y lo nombra ministro de transportes. Con este ejecutivo se ha zanjado la etapa combativa y cabreada de Irene Montero y de Belarra. Garzón ya había sido el ministro metepatas. No dio una en el clavo y cada vez que hablaba subía el pan y otros muchos alimentos. Se fue él solito porque sabía que iba a quedar fuera irremediablemente y decidió hacer como la zorra de la fábula de Samaniego que no quería comer las uvas al ver que estaban verdes. También llega Urtasun, un ecologista-anti taurino al ministerio de cultura. Asume la cartera ministerial para poner la voz, o al menos intentarlo, a un proyecto verde y europeísta que defiende el medioambiente en la cultura y aprobará, si el tiempo se lo permite, el Estatuto del Artista, ya que Miguel Iceta no fue capaz de rematarlo. Hay, cómo no, un espacio íntimo y solemne para los catalanes, para que se entiendan en catalán con sus compatriotas que quieren la independencia y que según Félix Tezanos, no van a ganar porque el Centro de Investigaciones Sociológicas que él maneja ¡con acierto!, es lo que augura. Así todo, lo raro es que el PSC solamente tenga un ministro y que tengamos dos de Valladolid… Pero, a pesar de todo lo que está sucediendo, la mayoría de los catalanes NO desean esa independencia que vuelve locos al resto de españoles. En fin, veremos qué es lo que sucede a partir de ahora.