El desván de Lorca

Margarita Salaverría, la primera mujer diplomática en España

Los dos viajes de formación de aspirantes a la carrera diplomática de 1933 por España (mayo) y por Suiza, Alemania, Polonia y Checoslovaquia (julio, agosto y septiembre) fueron los primeros viajes de formación de diplomáticos  de este tipo que se realizó en España, además de ser la primera y única promoción de diplomáticos de la segunda República Española

La idea de estos viajes sería conocer bien por parte de los futuros diplomáticos, la realidad económica, turística etc, de España, con el fin  de que una vez en sus destinos definitivos pudiesen vender lo que muy posteriormente se ha denominado “Marca España”. El viaje por Europa tendría como objetivo conocer la realidad política de algunos países europeos e instituciones como la Sociedad de Naciones, antecesora de la actual ONU, que tenía su sede en Ginebra.

Entre estos aspirantes se encontraba el hermano de nuestro poeta García Lorca, Francisco, con el cual Margarita  mantendría una excelente relación y camaradería, también se encontraba Ángel u Sanz Briz conocido por el “ángel de Budapest” por su actuación posterior en favor de los judíos de Budapest salvando a miles de ellos, de los asesinos húngaro-nazis. También formaría parte de esta promoción Cortina Mauri, futuro ministro de Exteriores con Franco o el dramaturgo falangista amigo de nuestro poeta, Ximenez de Sandoval. 

Además de esto se dio la circunstancia de que entre los veintisiete aspirantes se encontraba la primera mujer aspirante a la carrera diplomática hasta ese momento en la historia de España: Margarita Salaverría.

La inclusión al acceso de la mujer a puestos de responsabilidad política y social fue fruto de las ideas progresistas de la segunda República Española, más concretamente del primer bienio reformista que apostó por la modernización de la enseñanza y la cultura española y se materializa con y el acercamiento de la cultura a las masas populares. En ese breve período, principalmente en el primer bienio, se abrieron más escuelas públicas que en toda la época monárquica. Fruto de esa renovación, fueron las nuevas directrices por parte de los gestores del Ministerio de Estado(actual ministerio de Asuntos Exteriores) intentando con ellas una formación más exhaustiva en conocimientos de la materia y menos clasista como lo había sido anteriormente, a la carrera diplomática, aunque solo se consiguió en parte. 

La mujer en la diplomacia española

Es el título de un artículo periodístico de Josefina Carabias en el diario La Voz de Madrid, publicado el nueve de mayo de 1933, víspera del viaje por España , acompañado de una foto del genial testigo de esa época fotógrafo Alfonso, del grupo de expedicionarios y que por su interés descriptivo reproducimos en parte a continuación:

“Entre los nuevos diplomáticos hay una mujer. Una chica joven y avispada, la señorita Margarita Salaverría, que trabaja con sus compañeros y con ellos emprenderá mañana el viaje por España. También este avance del feminismo se debe a la República y al espíritu amplio y moderno del Sr. Zulueta.(Era uno de los diplomáticos-profesores que acompañan al grupo de aspirantes.) 

-No sabe usted- dice el señor Buylla, relata otro de los profesores- la buena impresión que ha causado en el Extranjero esto de que España haya concedido a la mujer el ingreso a la carrera diplomática . Actualmente hay en Europa algunas mujeres que desempeñan altos cargos de esta naturaleza; pero todas ellas han sido nombradas directamente por los Gobiernos diplomáticos, de carrera no creo que haya ninguna más que la nuestra. Es decir, en Francia hay una; pero el Gobierno se conoce que no encontró oportuno mandarla al extranjero, y la dejaron en el ministerio. Ahora parece que en algunas naciones van a seguir el ejemplo de nuestra República.”

Margarita Salaverría y Galarraga, nació en San Sebastián en 1911 y murió en Madrid el 7 de diciembre del 2000, fue enterrada en la localidad asturiana de Abeo (Asturias). Era hija del escritor vasco José María Salaverría. Estuvo casada con su compañero de promoción Jaime Argüelles y Armada. En el viaje por España, formó parte de una de  las comisiones creadas para profundizar de geografía, festejos de los lugares donde se desarrollaron los viajes de formación por nuestro país. 

Jaime Argüelles y Armada, nació en 1910. Durante la guerra civil prestó servicios de inteligencia en el bando nacional, descifrando mensajes. En 1970 fue designado embajador español en Estados Unidos, cargo que ocupó hasta 1972. En 1976 se le nombra Presidente de la Comisión Ejecutiva de la Comisión Nacional Española para la participación de España en los actos del Bicentenario de la Independencia de Estados Unidos.

Margarita provenía de la Institución Libre de Enseñanza donde tuvo como profesores y compañeros a Soledad Ortega, los hermanos Marañón o Menéndez Pidal. Durante la segunda guerra mundial estuvo destinada junto a su marido en la embajada española en Londres a las órdenes del Duque de Alba, quien en 1945 dejó la embajada para unirse al entorno de don Juan de Borbón tras su enfrentamiento con Franco.

Ella y su marido fueron testigos de la llegada del general de Gaulle a Londres para reorganizar la resistencia francesa. Desde esa legación diplomática enviaban informes al Gobierno de España (que el general Franco leía) cuestionando la victoria alemana en el conflicto y cuya derrota Franco ni se planteaba. Entre esos documentos se informaba de la cesión de los primeros cien destructores americanos a la marina inglesa. En los años sesenta fue nombrada inspectora de embajadas mientras que su marido era enviado como embajador a Washington. Margarita Salaverría fue testigo de primera mano en Londres de momentos políticos históricos relativos a la segunda guerra mundial. 

La inclusión de la mujer  en el difícil mundo diplomático supuso la ruptura del molde masculino que hasta entonces imperaba en dicho ámbito y que llegaría a la mayoría de  todos los países de Europa y España de la mano de las ideas avanzadas de la Segunda República española. Y llegó en la persona de una gran desconocida como lo fue y lo es en la actualidad Margarita Salaverría. Es muy necesario recordar y difundir este importante hito y logro feminista ocurrido en nuestra historia contemporánea española.