Previsión de la evolución de nuestra Economía para el año 2024

Prácticamente al cierre del año 2023, cabe hacer una reflexión de cómo evolucionará nuestra Economía durante el próximo año. 

En este sentido y antes de vislumbrar los ejes transversales de nuestra Economía para el 2024. Podemos decir, que cerraremos el actual ejercicio con buena nota. En el  marco comparativo de las economías europeas, España lo ha hecho mejor. Nuestro P.I.B. cerrará, en el entorno de 2.2% cuando la media europea se situará en el 0,6%. Es cierto que durante este último trimestre del año hay síntomas claros de desaceleración, observándose un deterioro generalizado en la mayoría de los índices sectoriales y de igual modo está ocurriendo con las cifras de afiliación a la Seguridad Social. De cara al año 2024 nuestra Economía, al igual que el resto de las economías de nuestro entorno, se desarrollarán en un marco de fuertes incertidumbres internacionales, por un lado los conflictos geopolíticos y de otro, el impacto de las políticas monetarias.  

Con respecto al primero, aunque se están haciendo todo tipo de encuentros diplomáticos a nivel mundial, con especial implicación de los líderes de la Liga de los países  árabes, el propio Presidente de EE.UU y los Jefes de Estado tanto de la Unión Europea como los Presidentes de cada uno de los Países miembros. A día de hoy, no podemos afirmar que el conflicto entre Palestina e Israel, entre en una vía de solución, toda vez que se encuentran en pleno conflicto bélico y en la actualidad, Israel considera  que no es el momento de parar,la invasión en la Franja de Gaza. Si fracasan los intentos denodados por los distintos mandatarios mundiales de frenar la guerra, se puede producir el contagio a nivel de otros países como Irán que vienen amenazando a Israel con la posibilidad de prestar su apoyo militar a los palestinos.  

De escalarse el conflicto, las consecuencias para las economías mundiales podrían ser devastadoras, con fuertes encarecimientos de los productos energéticos, trasladándose de inmediato el encarecimiento de los productos industriales y de consumo y desestabilizando el control de la  inflación . 

Debemos pensar pues, que esta hipótesis es remota y que terminarán por dar sus frutos todos los esfuerzos negociadores y que permitirían encontrar una solución. Por lo tanto en este escenario de incertidumbre como decía antes, soy optimista con respecto a la evolución económica de nuestro País si nos comparamos con la media de los  países de la U.E. La previsión de crecimiento de España para el 2024 rondará el 2% que si bien es una desaceleración de un 0,2% sobre el año en curso, nos mantendremos en el podium de crecimiento europeo. Cuya cifra esperada de P.I.B. se moverá alrededor del 0.9%.

Esta desaceleración prevista en el crecimiento europeo, me invita a pensar que continuaremos en la senda del control de la inflación y por lo tanto habremos culminado la  escalada de los tipos de interés y será muy probable que durante el próximo ejercicio el B.C.E. inicie un proceso de rebaja de los tipos de interés beneficiando con ello tanto al  endeudamiento público como al crédito de las empresas y familias y a la reactivación del crédito hipotecario animando de nuevo a la compra de vivienda. Si quisiera hacer una especial mención a la situación de nuestro déficit público por su persistencia y por la falta de un plan significativo de ajuste toda vez que puede convertirse en un elemento desestabilizador de nuestra economía. 

Debemos tener presente que el B.C.E. viene avisando de la retirada de los estímulos monetarios concedidos en tiempos de la pandemia. Esto significa que anuncia que comprará menos deuda, justo cuando nuestro Gobierno prevé aumentar las emisiones de Deuda Pública o al menos no presenta un plan eficiente de contención de la misma. Esto se traducirá en un mayor coste financiero, lo que implicará tener que pagar una elevada cifra de intereses. Y se puede correr el riesgo de desestabilizar la prima de riesgo  actual creándose una situación imprevisible en los mercados. Todo ello afectaría muy negativamente al desarrollo de nuestro sistema productivo.