Nadie sabe si sube o baja

El presidente del PP y líder actual de la oposición, que debe defender el ordenamiento Constitucional, Institucional y de convivencia, día a día invadidos por el zapasanchismo, lleva años obstinado en ser recibido y escuchado por Pedro Sánchez, con la misma carga de perseverancia que de nostalgia de la tierriña tiene un gallego en Alemania.

Los que observamos con objetividad agnóstica y sin ninguna pasión política, sabemos que además de preguntar los socialistas a la derecha: Si el franquismo fue una dictadura; Se debería preguntar al pueblo "Si nuestra democracia desde su origen, ha sido una constante corruptela de miles y miles de millones de pesetas; euros; evasión de dinero; negocios sucios; abusos; fraudes; subvenciones interesadas; puertas giratorias; jueces políticos; injusticias y despilfarros".

Evidentemente, esa consulta no se producirá porque podría ocurrir que tras los resultados, algún malvado con insania intención, pueda comparar: Honradez, corrupción, patriotismo, impuestos y abusos de ambos regímenes tras 40 años cada uno gobernando, con un balance que podría demostrar que durante los 40 años de dictadura viviamos con mayor poder adquisitivo, menos delincuencia, mas seguridad, menos inmigración ilegal, menos subvenciones fraudulentas, menos jueces prevaricadores, y lo mejor de todo, es que nos hubiéramos ahorrado muchísimos miles de euros en impuestos a cada ciudadano si la corrupción de diestros y zurdos no hubiera contaminado el periodo 1975 - 2024.

Pedro Sánchez no es socialista. Pedro Sánchez, camuflado en el PSOE es sanchista; un híbrido de comunismo bolivariano y anarcorevolucionario, tan de fiar y autócrata como Fidel Castro, quien fue perdonado por el dictador Fulgencio Batista tras un fallido golpe de Estado, para por segunda vez intentarlo y conseguir instaurar otra dictadura mucho más criminal.

 Alberto Núñez Feijoo es, feijoista. Es decir, socialista liberal aterrizado en el PP que es Centro derecha y nada de socialismo. Por eso dijo, dice y dirá: Nada de siglas ¡SOLOS USTED Y YO!

Feijoo, en sus tiempos de presidente de Galicia trabajaba como Partner del PP pero en nombre propio. Como lo que conocemos por autonomo. Sólo le interesa hablar de político a político. Con un pensamiento más socioliberal que diestro. Y como para muestra un botón, le ha mandado un solidario mensaje a Sánchez, indicándole que de momento no llamará a declarar a Begoña Gómez ni a él, sobre el caso PSOE, donde en el año 2020, la mujer de Sánchez visitó las oficinas de Globalia meses antes de que Air Europa recibiese 475 millones, según comunicaciones que revelan encuentros secretos y citas con el presunto comisionista de la trama, Víctor de Aldama, quien también reconoció que tuvo presencia en la negociación del rescate con el Ministerio de Transportes, existiendo ya entonces, relación entre la aerolínea y Begoña Gómez antes de la inyección de dinero público por parte del gobierno de su Sanchidad, cuando la compañía estaba patrocinando algunas de sus actividades como directora del Instituto de Empresa (IE) África Center.

Pues bien, parece ser, que para el Feijoismo de Feijoo, es mejor no dañar la imagen de Begoña a ver si con ello consigue una audiencia amigable, mientras Pedro Sánchez, a cambio, le llena la sede de Génova de manifestantes con bicicleta, porro, chándal y ultrajes, exigiendo la dimisión de Ayuso y de paso poniéndola a parir.

Lo cierto, es que un Psoe apalancado a un Zapasanchismo con muchisima más corrupción que una dictadura después de una guerra civil, donde las comisiones; el fraude; el amaño de jueces y magistrados prevaricadores, se extiende en todos los hámbitos de los tribunales, terrorismo y delincuencia, manteniéndose vivo, fuerte y brabucón; gracias a alguien empeñado en la diplomacia y las buenas formas sin haberse dado cuenta todavía que su contrincante es sólo comparable con Castro, Chavez, Maduro y Ortega, entre otros dictadores de corte criminal que empiezan lentamente y poco a poco barren hasta hacerse con las riendas para someter al Pueblo y en todo caso, dejarle como presidente de la República gallega.

Lo lamentable, es intuir por hechos e indicios racionales, que Feijoo podría pretender no complicarse la vida en el ruedo y mantenerse en la cómoda oposición con el astuto propósito de no tener que enfrentarse al zapasanchismo y mucho menos a los problemas nacionales que nada tienen que ver con los de Galicia, a los que él estaba acostumbrado y quizá aspire de otra forma.