Reflexiones australes

España y Chile podrían estar más cerca

Andrés Montero J.
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Los conquistadores españoles llegaron a Chile en 1538 con Diego de Almagro y más tarde, en 1541, cuando Pedro de Valdivia fundara Santiago, la hasta hoy capital de Chile. Aunque Chile está mucho más lejos de España, que Uruguay, Paraguay, Argentina o Venezuela, son muchos los factores que permiten afirmar que el legado de esos valientes conquistadores de antaño, permanece fuertemente en el Chile de hoy. Ha habido muchos intentos por minimizar el impacto de España en la historia de Chile. No obstante, quien recorre los campos y ciudades de Chile, desde el árido norte hasta el Cabo de Hornos, podrá constatar in situ que la lengua española es la que domina, la religión católica sigue siendo la más relevante y los gustos y tradiciones heredadas de la Madre Patria están presentes en todos los rincones. Cada día más chilenos viajan a España, más alumnos estudian su postgrado en universidades españolas y más negocios se fraguan entre empresarios de ambos países. En la actualidad también se dan paralelismos en la política. En efecto, en ambos países gobiernan las izquierdas, con apoyos de partidos extremos. Lamentablemente Chile ha absorbido en los últimos años, y para mal, supuestos modernismos que se van generando en España y que no colaboran a mantener la unidad entre los chilenos. El feminismo extremo, es un ejemplo, las reducciones de jornada laboral, es otro ejemplo. En Chile se tiende a mirar a España como modelo a seguir en diferentes materias. Muchos no consideran, que España está dentro de Europa y Chile está dentro de una populista “Latinoamérica”. El barrio chileno no es el mejor. Argentina acarrea 50 años de dramas y tragedias. Un rico país estancado por culpa de gobernantes irresponsables y un Estado gigantesco e ineficaz. Por el norte Chile limita con Perú y Bolivia, países que no han logrado estabilidad política y que atraviesan por situaciones muy complejas. Dentro de la región, Chile debe soportar el asedio de Venezuela, país que ha perdido casi 7 millones de habitantes, escapando de una dictadura feroz. Un 10% de esos venezolanos escapados de su país viven hoy en Chile. En un principio arribaron venezolanos de nivel medio, trabajadores y dispuestos a cumplir las leyes chilenas. Lamentablemente en los últimos años Chile ha tenido que soportar una presencia masiva de delincuentes, asesinos y narcotraficantes provenientes de Venezuela y de Colombia. El dictador venezolano, socio del cubano, ha revolucionado ya por décadas América Latina. En mi opinión, España ha mirado mucho a Europa y poco a países como Chile. El turismo debería ser mayor, las sociedades con capitales de ambos países también deberían ser más y el intercambio cultural debería crecer mucho más de lo que crece. Chile y los chilenos no deben perder la admiración por el origen de la mayoría de sus antepasados. Pocos chilenos conocen los pueblos o ciudades de donde llegaron españoles de distintas regiones. Los chilenos son bienvenidos en España, con la excepción de algunas bandas de delincuentes que deben ser capturados y expulsados de España. Por muchos años, los chilenos de universidades prestigiosas han escogido irse a perfeccionarse a los Estados Unidos. Esto aún es así, pero la tendencia con España mejora. Si España pretende ser un actor importante en la economía mundial y mantener su ventaja comparativa en América Latina, debe atender con mayor interés las posibilidades existentes en Chile. Se ha privilegiado por parte del gobierno español, cercanías políticas temporales, comparaciones históricas inconducentes y mucho feminismo. El camino, en mi opinión, es aumentar las relaciones culturales históricas, el comercio y la inversión. El sueño chavista de la “patria grande”, es una quimera. Los países de América Latina son todos distintos, la manera de hacer negocios es distinta, sus regímenes políticos también son distintos. España tiene una oportunidad de poner más fichas en Chile, pues en un par de años las cosas cambiarán para mejor y retornará la sensatez política y el crecimiento económico.