Me imagino al honesto exministro de cultura Máximo Huerta, horrorizado por el devenir de quien le propuso, nombró y destituyó, tras su cese voluntario, al descubrirse que había defraudado a Hacienda, 218.000€ de nada, comparado con los miles de millones que poco a poco han ido extrayendo sus excompañeros de las arcas del estado que en estos momentos se investiga.
Solo desde el 2018, se calculan más de 100 mil millones en subvenciones a empresas, chiringuitos, medios de información proclives y otros beneficiarios, la mayoría de dudosa opacidad. El pobre Máximo, se ha quedado en mínimos comparativos, pero sobre todo, ha demostrado ser más honesto que especialmente Margarita Robles, la exjueza en la sombra escondida entre militares, tanques y armamento, entregada al silencio, sumisión y expolio nacional, junto con toda esa cuadrilla de cómplices que arropan al peor presidente del gobierno que ha tenido España y Europa en los últimos cien años ¡Eso sí! a cambio de un por qué, ¿O alguien puede pensar que una mujer con una trayectoria loable en el pasado iba a dejar de serlo así porque sí?
El probe Máximo, se ha debido quedar igual que el probe Miguel que cantaba Esperanza la del Maera con el grupo Triana Pura. Es decir, más estupefacto que cuando llegas a tu casa y te encuentras un okupa-sanchista limandose las uñas con la policía de Marlaska custodiándole para evitar que puedas acceder a tu casa sin abonarle previamente tres o cuatro mil euros del impuesto de recuperación legalizado por Ali baba si quieres recuperarla.
Todos recordamos a aquel Pedro Sánchez que en un debate con Mariano Rajoy le llamó "indecente". Tras recordarle sus mensajes a Luis Bárcenas, extesorero del PP imputado por varios delitos. Aquel Pedrito "Alias el restaurador" parecía llegar a la política con aires renovadores y espíritu de transparencia.., y sin recordad el dicho de "Dime de qué presumes y te diré de qué careces" todos pensamos que esa moción de censura que propugnaba y sacó adelante, sería el preámbulo de una nueva etapa expectante (!) sin sospechar que había nacido un artista político que ni él mismo sabía su capacidad destructiva y autárquica.
El probe Máximo, demostró ser una persona afortunada, dado que por una minucia comparativa, consiguió de carambola salir de éste gobierno de defraudadores qué hoy día maquinan sin descanso, cómo destruir España urgentemente con el futuro resuelto, amparados por 178 hematófagos, entre sediciosos, separatistas, terroristas, anticonstitucionalistas, antidemocraticos y prófugos, antes que la UE reaccione y el Supremo o el CGPJ, comience a actuar, oponerse y responder con lo poco que ha quedado de Ley.
