En el mercado español solo se habla de una noticia en los últimos días: la posible fusión entre BBVA y Banco Sabadell. Dos de los seis grandes bancos nacionales que, de unirse, sumarían una cuota de mercado superior al 26%, a un punto del Banco Santander. En términos de valoración, esta unión podría suponer la creación de un gigante financiero con más de un billón de euros en activos.
Aunque la fusión está en el aire, ya que despierta reticencias en materia de competitividad por la concentración bancaria, lo cierto es que muchos clientes de ambas entidades pueden estar preocupados sobre las consecuencias posteriores. Por eso, es necesario analizar cómo afectaría al cliente la fusión entre el BBVA y Banco Sabadell.
Las consecuencias de esta unión
Número de cuenta
Una de las grandes consecuencias de la unión bancaria sería el cambio en el número de cuenta de los clientes de Sabadell. En este caso, se perdería el IBAN de Sabadell (0081) y las cuentas llevarían el de BBVA (0182). Generalmente, son los bancos los encargados de hacer los cambios para que no afecte a la domiciliación de los recibos de los clientes. Sin embargo, cuando se produjo la fusión entre CaixaBank y Bankia, las reclamaciones de los clientes aumentaron un 28% porque no se abonó correctamente el pago de los recibos.
Tarjetas y cuentas bancarias
En este mismo sentido, otros productos que pueden sufrir cambios en sus condiciones pueden ser las tarjetas y las cuentas bancarias. Son productos sujetos a los cambios que la entidad quiera realizar, aunque no haya una fusión. Así, quienes sean clientes de Banco Sabadell, sí podrían ver modificadas las condiciones de sus cuentas y de sus tarjetas. Tanto para el caso de las cuentas corrientes, como las remuneradas o las tarjetas de débito y crédito.
Hipotecas y préstamos
En este caso, las condiciones no cambiarían. Los préstamos y las hipotecas se tratan de contratos firmados con unas condiciones preestablecidas de antemano. Por este mismo motivo, aquellos que tienen hipotecas o préstamos personales con Sabadell no sufrirían ningún tipo de modificación si se da la fusión con BBVA. No cambiarían ni los intereses, ni los plazos, ni la amortización.
Comisiones
Este elemento también puede verse modificado tras la fusión. Las comisiones bancarias pueden sufrir modificaciones con el tiempo, ya que son un elemento variable y no pactado. En este caso, los clientes de Sabadell podrían ver como pagan más o menos comisiones tras la fusión con BBVA, si finalmente se produce. En este caso, tendrían que adaptarse a las condiciones que estableciera la entidad vasca para sus productos. A veces puede ser beneficioso o perjudicial para los clientes.
Sucursales
Otro cambio puede darse en el número de sucursales. Las entidades bancarias, en su conjunto, han reducido el número de sucursales en España un 40% en los últimos cinco años. Una tendencia marcada por la digitalización de la banca. Sin embargo, la fusión de estas dos entidades podría suponer un nuevo recorte en el número de oficinas disponibles para los clientes. Una consecuencia especialmente grave para aquellas personas de más edad poco familiarizadas con las gestiones de la banca online.
Banca digital
De igual manera, la banca digital también cambiaría para los clientes de Banco Sabadell. Si se produce la fusión, lo lógico es que la aplicación del banco catalán desaparezca y los clientes tengan que instalar la del BBVA. No se sabe si se mantendrá el mismo usuario, contraseña y firma digital. Lo habitual es que sí se mantengan y que solo cambie la aplicación mediante la cual se tiene acceso a la banca digital.
Productos de inversión
Seguramente, otra de las preocupaciones que tengan los clientes del Banco Sabadell se encuentre en los productos de inversión, especialmente si se cuentan con fondos o planes de pensiones en la entidad catalana. En este aspecto, las consecuencias son menos claras. Si se tratara de fondos externos, no gestionados por Sabadell AM, no pasaría nada.
Ahora bien, si son fondos o planes de Sabadell AM, habría que ver si BBVA opta por mantenerlos o por fusionarlos. Si los mantienen, el cliente no notará nada. Si se fusionan, los fondos serían transferidos a un fondo de iguales características o similares de la gestora del BBVA. En cualquier caso, el cliente debería ser informado y contaría con un periodo para decidir qué hacer con esa inversión en concreto.
En cualquier caso, la fusión de ambas entidades está en el aire y debe pasar muchos filtros antes de recibir la luz verde. El principal escollo para que sea paralizada se encuentra, precisamente, en ese riesgo de exceso de concentración bancaria y de posible riesgo de monopolio. Por tanto, es posible que finalmente esta operación no vea la luz o que, en caso de seguir adelante, pasen muchos meses de negociaciones y procesos normativos.
