En el Auditorio del Archivo Histórico Nacional, ubicado en la madrileña calle de Serrano, 115 ha tenido lugar la Presentación del libro Gerardo Diego desde dentro [Apostillas] de Elena Diego, en cuyo acto han intervenido, junto a la autora, el subdirector del Archivo Histórico Nacional, Enrique Pérez Boyero, que lo presentó, José Antonio Llera, profesor titular de Literatura española de la UAM y Basilio Rodríguez Cañada, presidente del Grupo Editorial Sial Pigmalión.
Elena Diego
De manos de Elena Diego sale uno de los libros más especiales de este curso, Gerardo Diego desde dentro. Elena, catedrática de francés ya retirada, hija del gran poeta, lleva años dedicada a cuidar el archivo que guarda la obra de su padre y a mantener vivo su recuerdo a través de la Fundación Gerardo Diego. Con el apoyo de la fundación y del experto José Luis Bernal que la prologa, Elena Diego entrega estas Apostillas o comentarios a la obra de su padre estructuradas en ejes temáticos, donde enlaza sus recuerdos personales con la obra del poeta para dar forma a un entrañable retrato y a un libro que aporta nuevas claves de interpretación y acercamiento al autor de Versos humanos.
Gerardo Diego desde dentro [Apostillas]
Dice el Diccionario académico que «apostilla» es «acotación que comenta, interpreta o completa un texto». Sin embargo, estas Apostillas de Elena Diego deben su título a la humildad y mesura de su autora, porque son mucho más que «comentarios, interpretaciones o compleciones de textos», y no solo porque se refiera en ellas a otros muchos autores —aunque Gerardo Diego sea el hilo que lo hilvana todo—, sino también porque apostilla mucho más que textos, informándonos de razones íntimas de vida, de esa vida que late bajo los textos y que nos llega de su mano gracias a su condición privilegiada de primogénita del gran poeta y de haber vivido junto a él más de media vida.
Estas Apostillas son, en buena medida, fruto de la fértil travesía de la Fundación Gerardo Diego y evidencian para el lector avisado el papel decisivo que Elena ha tenido en el rescate de la obra y la figura de su padre, como eficaz cuidadora del archivo y la memoria viva del poeta. El lector agradecerá estas visiones de Gerardo Diego desde dentro, desde la intimidad; y degustará los preciados condimentos que las aderezan; así como la elegancia y la pasión que las sostienen; disfrutando del privilegio de los recuerdos compartidos. (José Luis Bernal)
