Crónica Cultural por José Belló

Exposición de Eduardo de Adaro y su arquitectura en el siglo XIX

Una exposición y un libro recuperan a Eduardo de Adaro, responsable principal de la sede del Banco de España y uno de los arquitectos más relevantes de finales del XIX, en la Sala de exposiciones del Banco de España, Madrid.

 

JOAQUÍN SOROLLA Y BASTIDA 
Retrato de José Echegaray, 1905 
Óleo sobre lienzo 
Colección Banco de España
photo_camera JOAQUÍN SOROLLA Y BASTIDA Retrato de José Echegaray, 1905 Óleo sobre lienzo Colección Banco de España

La muestra —que puede verse desde el 24 de octubre al 24 de febrero del próximo 2024— presenta el avanzado enfoque de su trabajo arquitectónico, donde se fusiona lo palaciego y lo industrial, lo tecnológico y lo artesano, lo funcional y lo áulico, la tradición y la innovación.

Tomando como punto de partida la figura de Eduardo de Adaro, la exposición reúne un conjunto de documentos, objetos y obras de arte que permiten acercar a la sociedad parte del patrimonio artístico y documental del Banco de España. En ella se podrán ver desde pinturas de Joaquín Sorolla o Carlos Luis de Ribera a piezas decorativas y tecnológicas de diversa índole, pasando por una selección de fotografías que muestran obras de los inicios del documentalismo, en el último cuarto del siglo XIX, junto a las de otros fotógrafos contemporáneos que han contribuido a la renovación de este género.

Erigida a finales del siglo XIX, la sede central del Banco de España, que se encuentra situada en el emblemático entorno de la plaza de Cibeles de Madrid, es uno de los ejemplos más destacados de la arquitectura ecléctica española decimonónica. En 1999 fue declarada Bien de Interés Cultural, en la categoría de Monumento Histórico. 

Su artífice principal fue el arquitecto de origen asturiano Eduardo de Adaro Magro (Madrid, 6 de febrero de 1848 - Madrid, 27 de febrero de 1906), cuya creatividad y profundos conocimientos de las innovaciones técnicas y constructivas de su época, así como su familiaridad con las funciones crediticias, le permitieron desarrollar un trabajo singular para el sector bancario. Fue una tipología que aplicó no solo en varias sucursales del Banco de España, sino también en establecimientos de otras instituciones financieras, como el edificio principal del Banco Hispano Americano, ubicado en la actual plaza de Canalejas de Madrid. 

Primera exposición

Con el objetivo de recuperar y poner en valor el legado de este arquitecto, el Banco de España le dedica esta primera exposición —y la publicación que la acompaña—, que pone de relieve la modernidad de su propuesta, donde trató de incorporar los últimos progresos técnicos e higiénicos, otorgando una gran centralidad a aspectos como los sistemas de calefacción, de ascensores, teléfonos, iluminación eléctrica o seguridad. Porque, más allá de su interés por una arquitectura de cuidado diseño y corte ornamental, Adaro fue un profesional que siempre se mantuvo atento a los problemas y debates de su tiempo, concibiendo lo funcional como una dimensión fundamental de su trabajo. 

La exposición examina la relación de su proyecto para la sede de Cibeles del Banco de España, el más sobresaliente de su producción y por el que sería elogiado y galardonado en su época, con otros menos conocidos, desaparecidos o no realizados, que llevó a cabo en ámbitos tan diversos como la arquitectura penitenciaria, industrial, religiosa, residencial o funeraria. Además, dado que el trabajo arquitectónico es siempre un trabajo colectivo, en ella también se da cuenta del papel clave que en el desarrollo de sus obras jugaron los especialistas que bajo su dirección llevaron a cabo las labores de albañilería, estucado y cantería, de decoración escultórica o de trabajo en hierro, así como las empresas que proporcionaron e instalaron los equipamientos necesarios para el uso y el buen funcionamiento de sus edificios.

Publicación monográfica:  Eduardo Adaro. Arquitecto del Banco de España 

La arquitectura de Eduardo de Adaro y el Banco de España. Un mundo en transformación constituye una nueva escala de un proyecto de largo alcance iniciado en 2019 por la institución con el objetivo de recuperar su legado. En el marco del mismo, la investigadora y catedrática de Historia del Arte Esperanza Guillén, comisaria junto a Yolanda Romero de la muestra, ha elaborado el volumen monográfico Eduardo Adaro. Arquitecto del Banco de España, que se publica en paralelo a la inauguración de la exposición. Un estudio que no solo nos permite conocer en profundidad la biografía vital y la trayectoria creativa de este arquitecto, sino también comprender mejor aspectos claves de la realidad social y económica de España en el tránsito entre el siglo XIX y el siglo XX, cuando el país estaba inmerso en un proceso de profunda transformación. 

De manera más concreta, la investigación de Guillén ha dado lugar a hallazgos de gran valor para trazar la intrahistoria de la gestación de la sede central del Banco de España. Desde documentación sobre los accidentes laborales que se produjeron durante el desarrollo de las obras a la identificación de las tipologías de instalaciones higiénicas empleadas —que eran seleccionadas en función de la jerarquía de quienes habrían de ser sus usuarios—, pasando por la localización de nuevos bocetos originales de las vidrieras de estilo simbolista realizadas por la Casa Mayer de Múnich o el descubrimiento de la que a día hoy puede considerarse como la primera fotografía del edificio en construcción. 

Este proyecto de largo alcance para rescatar la figura de Adaro también ha incluido el encargo a Manolo Laguillo, uno de principales exponentes de la renovación de la práctica fotográfica arquitectónica y urbana de nuestro país, de una serie fotográfica sobre su producción arquitectónica. El resultado final de este encargo artístico, modalidad de mecenazgo que practica el Banco de España desde sus orígenes, son más de trescientas imágenes que, agrupadas a modo de seis monumentales hojas de contacto, recorren de manera novedosa sus creaciones, dispersas por el territorio español. 

Contenidos de la exposición

En la exposición se pueden ver la serie realizada por Laguillo y una selección de imágenes de otros proyectos fotográficos sobre el edificio de Adaro que conserva nuestro fondo patrimonial, desde las que realizó el establecimiento de Jean Laurent y Cía. en las décadas de 1880 y 1890 —de cuyo positivado se encargó la fotógrafa mallorquina Juana Roig— a las producidas un siglo después por autores como Javier Campano, Jorge Ribalta o Candida Höfer. Eso posibilita poner en relación obras de los inicios del documentalismo en España, en el último cuarto del siglo XIX, con la de fotógrafos contemporáneos que han contribuido a la renovación de este género.

Además de estas fotografías, en la muestra se incluyen dibujos, planos, piezas decorativas —destacan, a este respecto, dos ejemplares de las antes citadas vidrieras de la Casa Mayer que se han desmontado para la ocasión— y objetos tecnológicos y funcionales de diversa índole: desde las innovadoras lámparas de arco voltaico que se instalaron en el edificio de Cibeles cuando este se construyó, a un elegante inodoro de estilo victoriano diseñado por la Casa Doulton (cuyo funcionamiento estaba relacionado con las modernas comodidades de los nuevos edificios de las ciudades europeas). También se podrán observar cajas de seguridad, timbres eléctricos, primitivos aparatos telefónicos, termómetros y barómetros de caja alta e incluso un modelo de los pararrayos de puntas múltiples con los que contó la sede en sus inicios. 

Obras pictóricas

Cabe señalar que en la exposición también se presentan varias obras pictóricas pertenecientes a la Colección Banco de España y, en concreto, a su galería de retratos oficiales que refleja de manera casi ininterrumpida la historia de la institución, desde la creación del Banco de San Carlos en 1782 hasta hoy. Una de ellas es el retrato que hizo el pintor valenciano Joaquín Sorolla al ingeniero, político y escritor José de Echegaray, quien durante su etapa como ministro de Hacienda convirtió al Banco de España en la principal entidad financiera del país, al concederle el monopolio de la emisión de billetes. A su vez, hay lienzos de otros dos destacados artistas decimonónicos: Carlos Luis de Ribera y Asterio Mañanós.

De este modo, a través del análisis de la figura de Eduardo de Adaro y su icónica obra arquitectónica, la muestra nos invita no solo a profundizar en el valioso legado de este autor, sino también a adentrarnos en un capítulo fundamental de la historia del Banco de España, acercando a la sociedad una parte de su patrimonio artístico y documental e indagando en torno a los desafíos y transformaciones que vivió nuestro país a finales del siglo XIX y comienzos del XX. 

Las piezas y objetos de la exposición se presentan distribuidas en cinco secciones temáticas: «Los orígenes de un nuevo edificio para el Banco de España», «La seguridad», «El palacio del dinero», «La versatilidad de un arquitecto: otros proyectos de Eduardo de Adaro» y «Epílogo». La mayoría de estos objetos proceden del Archivo Histórico y de la Colección Banco de España, aunque una parte significativa de ellos han sido prestados por diversos coleccionistas privados e instituciones públicas, como el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología, el Museo Cerralbo, el Archivo de Villa, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, el Museo de Historia o el Archivo Militar de Segovia. 

La muestra fue inaugurada el pasado martes 24 de octubre y podrá visitarse hasta el 24 de febrero de 2024, de martes a sábado, de 11 a 14 h y de 16 a 20 h. Contará con un servicio de audioguías en español e inglés, así como con un programa de visitas comentadas. Además del citado volumen monográfico realizado por la historiadora del arte Esperanza Guillén, se editará un catálogo/folleto sobre la muestra. Ambas publicaciones estarán disponibles para descarga libre en el portal patrimonial del Banco de España.