Y en su puesta de largo ha hablado con absoluta claridad a los miles de argentinos que se acercaron para celebrar un cambio de rumbo en uno de los países más castigados por la inflación. Dijo que el kirchnerismo les había arruinado de un modo terrible, y repasando la herencia que le ahora dejan anunció ajustes duros y muy significativos que van a contribuir a que Argentina vuelva a ser el país que debe ser. Anunció un ajuste fiscal imprescindible para sacar a Argentina de la ruina absoluta y prometió esforzarse en reconstruir un país que otros tiempos fue boyante. El populismo fue, según el nuevo presidente, el causante de todo lo sucedido. Comparó su elección con la caída del Muro de Berlín porque considera que es una gran noticia y un gran acontecimiento que llegue alguien como él, con ganas y con ánimos para cambiar el país. La ceremonia se celebró en el congreso de Buenos Aires entre gritos de ánimo que decían ¡Argentina, Argentina, Argentina! Su actitud fue de seriedad, porque había dejado al margen las extravagancias de los días de campaña electoral. Juró su cargo “por Dios y por la Patria” y puso la mano encima de los Evangelios. Pero no pudo en los momentos de más euforia dejar de gritar, para que lo escuchasen todos los presentes: ¡Viva la libertad, carajo! Seguramente es un nuevo tiempo para Argentina, para que su historia llena de penurias acabe de una vez, un tiempo para la prosperidad de un país que ya fue próspero, pero que los políticos lo habían arruinado, un tiempo para el progreso. Melei recorrió los caminos anteriores para recordar a los argentinos la herencia que le quedaba y las dificultades que habrá de soportar para poner en flote lo que ya estaba hundido. Dijo que ningún gobierno había recibido una herencia peor. Un país sumido en la pobreza, en la miseria absoluta porque se habían puesto en marcha políticas de fracaso. Anunció igualmente el fin de la emisión monetaria. Dijo, en palabras textuales: ¡NO HAY PLATA! Y aseguró que el déficit que le dejan es del 17% del PIB. Y que 15 de esos puntos corresponden a un déficit consolidado, 5 en el Tesoro nacional y 10 en el Banco Central. Habló de la necesidad de limpiar los pasivos remunerados del Banco Central y por eso, es por lo que ponía punto final a la emisión de dinero que era, sobre todo eso último, lo que había provocado esa inflación. Pero también aseguró que tendrán que seguir pagando las deudas heredadas del gobierno saliente. El discurso de Milei no tuvo concesiones, habló con claridad para decir todo lo que había sucedido en argentina en las últimas legislaturas. Dijo también que prefería decir una verdad incómoda antes que una mentira confortable. Advirtió de que la economía empeorará antes de empezar a recuperarse pero dijo que no permitiría concesiones. Se comprometió a poner fin a cien años de despilfarro de la clase política, y continuó diciendo que cien años de despilfarro no se corrigen en un día. Luchará igualmente contra el narcotráfico y serán condenados los delitos. El Rey de Espala Felipe VI fue saludado por Javier Milei antes de que tomase posesión, pues el día anterior a la ceremonia estuvieron reunidos.
